La causa de ello es una avalancha de solicitudes, formuladas con fines especulativos, que se produjo en los primeros meses del año y que, según confirmaron a Europa Press fuentes autorizadas de GESA-Endesa y la experta en energías del Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza (GOB), Margalida Ramis, quien aclaró que esa actividad procede de ciertos bufetes de abogados y otros profesionales liberales que venden posteriormente las conexiones.

Según manifestó la experta, se trata de un negocio que se está "alentando" desde la administración, a través del ofrecimiento de importantes ayudas y primas recogidas en un régimen especial que garantiza la rentabilidad, lo que se está traduciendo en que las conexiones que usualmente se solicitan para instalaciones de unos 2,5 megavatios, se estén ofertando ahora al precio de 0,8 euros el vatio, desveló.

Esta situación podría cambiar tras la entrada en vigor el pasado viernes, 1 de junio, del Real Decreto 661/2007, de 25 de mayo, que regula la producción de energía eléctrica en régimen especial. Sin embargo, sólo podrá evitar que se produzcan en el futuro otros casos similares, mientras que las solicitudes de conexión que ya fueron concedidas por GESA-Endesa permanecerán en manos de eventuales especuladores.

Cabe recordar que la compañía eléctrica ya dio a conocer, en un reciente comunicado que, mientras que a lo largo de 2006 se solicitaron conexiones para establecer ´huertos solares´ dedicados a la explotación de la energía fotovoltaica por un total de 48,5 megavatios (MW) en todas las islas, sólo en los tres primeros meses de este año se pidieron 57,6 MW, al parecer, a raíz del impulso comercial del Govern.

Ya en aquel momento, GESA-Endesa explicó que Mallorca es la isla donde se concentró mayor cantidad de peticiones de conexión en el primer trimestre, destacando los 18,2 MW solicitados en Llucmajor, los 6 MW en Artà y los 4,9 MW en Marratxí; aunque, sumadas las solicitudes realizadas en otros municipios, la totalidad del Levante mallorquín se ha quedado en muy poco tiempo sin la posibilidad de solicitar nuevos accesos a la red.

Por contraste, en Eivissa no existe prácticamente demanda para la instalación de esos ´huertos solares, a pesar de las facilidades ofrecidas por la Administración autonómica, mientras que sí se ha manifestado en Formentera y, especialmente, en Menorca, con 13,4 MW solicitados hasta ahora en el municipio de Es Mercadal y 2,4 MW en Ciutadella.

SITUACIÓN FICTICIA

A este respecto, Margalida Ramis calificó la situación de "ficticia" --y, en realidad, se repite en el resto de comunidades autónomas--, por cuanto muchos de esos proyectos después no se llegarán a realizar --o no obtendrán todos los permisos--, se percibe un fuerte desarrollo en el sector, a causa de las primas y de las expectativas de beneficio, "en vez de por una concienciación medioambiental", lamentó.

Precisamente, la experta del GOB teme un sobredimensionamiento de la actividad de captación de energía solar fotovoltaica en zonas rurales, que generaría un gran impacto en la actividad agrícola, por el abandono de los campos de labranza y la cimentación de esos terrenos, con las consecuentes dificultades de reversión al final de la vida útil de las instalaciones, calculada en unos 20 a 30 años de media.

Por estos motivos, apostó por "regular de alguna manera este nuevo sector", para evitar problemas a largo plazo que ya observó en algunos proyectos que ya se están llevando adelante, como el de Petra, que se ubica al lado de un Área Natural de Especial Interés (ANEI), o el de Porreres, basado en tres parcelas fragmentadas, aunque consideró un atenuante, en este último caso, el hecho de que se encuentre adyacente a una cantera, y por lo tanto, de una zona ya degradada.