El president del Govern, Jaume Matas, afirmó ayer en su discurso con motivo del acto institucional del Dia de les Illes Balears que las islas han sido y son un "un limón a exprimir fiscalmente" desde la época de Ramon Llull. En una intervención totalmente en catalán, aunque con referencias históricas anticatalanistas, Matas comparó la sociedad del antiguo Reino de Mallorca con la actual para poner de relieve las similitudes entre ambas épocas. "Poco han cambiado las cosas; esperemos que cambien con el nuevo Estatut. Desde entonces hemos continuado siendo un limón a exprimir fiscalmente hasta constituir la primera autonomía en solidaridad con el resto de España", resaltó el jefe del Ejecutivo balear.

La esperanza de que la reforma del Estatut modifique esta situación estuvo varias veces presente en su discurso. Tras destacar que, justo 24 años después de que entrara en vigor el Estatut balear, se publica la reforma del texto estatutario, destacó que de esta reforma hay que extraer "la lección" de la unidad. "La reforma del Estatut nos ha aportado la clave para saber cómo hacer frente a los retos por venir. La unidad es nuestra fortaleza y ser fuertes es nuestra garantía de futuro", afirmó.

Matas describió la Mallorca de Ramón Llull como una "sociedad de aluvión", plural y "compleja", al igual que lo es en la actualidad, además de "permeable y muy abierta". Los ciudadanos del Reino de Mallorca eran, según expuso, "individualistas y rabiosamente independientes y no se puede entender nuestra historia sin ponderar la tensión secular que se produjo , de forma tenaz y reiterada, entre los intentos catalanes de anexión y dependencia política y la defensa correosa y dura de los baleares" reafirmando su "singularidad" e "independencia".

Para Matas, el Reino de Mallorca sobrevivió a los "intentos de fagocitación" y otros problemas gracias sólo "al espíritu emprendedor de un pueblo que siempre fue y quiso ser libre" . La actual sociedad balear es también "compleja" y "en permanente estado de aluvión inmigratorio", a la vez que "ha sabido hacer el salto de una sociedad agroindustrial a una sociedad de servicios", y "continúa siendo individualista, muy independiente y alérgica a excesivos intervencionismos públicos".

Balears, en la actualidad, refleja "el triunfo del individuo que se libera de los controles institucionales y de las tradicionales estructuras socializadoras, ideológicas e identitarias". La historia de las islas enseña, según concluyó, que la "sociedad civil" ha de "protagonizar su puesta al día", para lo cual los poderes públicos "han de crear el clima propicio para la modernización" así como "las infraestructuras, físicas y de conocimiento, que la hagan posible".