Aunque procesalmente no sea el momento oportuno para discutir las tesis sobre la presunta estafa de Royaltur, las defensas ya han cuestionado el valor que, según la familia Moll, tenían entre el 93 y 95 sus antiguas empresas. La acusación postula que el grupo Royaltur tenía unos activos netos de 18.000 millones de pesetas. Las defensas dicen que los hoteles valían entre 2.500 y 3.500 millones de pesetas. La fianza así sería todavía más desproporcionada.