El Gobierno central ha señalado en una respuesta parlamentaria que la Guardia Civil contempla en sus "principios básicos de actuación" el observar "en todo momento", un trato "correcto y esmerado" en sus relaciones con los ciudadanos y su régimen disciplinario determina sanciones por actuaciones que suponga discriminaciones por razón de lengua.

En estos términos respondió a la pregunta formulada por la diputada de ERC en el Congreso de los Diputados, Rosa Maria Bonàs, sobre las actuaciones que contempla el Gobierno para que los guardias civiles destinados en los aeropuertos de Palma y Barcelona sean más tolerantes con los usuarios que prefieren hablar en catalán, después que un joven mallorquín, Antoni Mestre, denunciara que había sido discriminado el pasado 3 de junio en ambos aeropuertos por expresarse en catalán.

Vejaciones a un mallorquín

Los hechos ocurrieron el 3 de junio en el aeropuerto de Barcelona, donde Antoni Mestre fue presuntamente vejado por un efectivo del instituto armado, después de pasar por el detector de metales, por hablar en catalán.

Posteriormente, a su llegada en el aeropuerto de Palma, Mestre denunció que fue retenido por seis agentes de dicho instituto.

El Gobierno respondió que en los planes de estudios de la dirección general de Guardia Civil se dedican sesiones sobre la Constitución, así como del "conocimiento y la correcta interpretación de la misma".

Instrucciones

"Todos los mandos de esta institución tienen instrucciones para que se fomente en sus subordinados el conocimiento y la correcta interpretación de la misma", señala.

Por otra parte, el Gobierno central apuntó en su respuesta que el régimen disciplinario de la Guardia Civil determina que deben sancionarse tanto "el trato incorrecto con los ciudadanos en el desempeño del servicio", como "toda actuación que suponga discriminación por razón de lengua".