- Que minutos después de que el Ayuntamiento de Palma diese a conocer la ubicación exacta de los nuevos radares, esta información corriese frenéticamente a través de los grupos de wasap.
- El estrepitoso y significativo silencio que guardan la instituciones públicas encargadas de velar por el Patrimonio ante la devaluación que significa colocar en carreteras de la Serra muros prefabricados que imitan burdamente a la pedra en sec, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco en 2018.
- Que incluso en la peor crisis, el Borne de Palma siga siendo uno de los suelos de más valor de España y genere ventas millonarias.
- El alivio que supone para Mallorca abandonar la situación de riesgo extremo por contagios.
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