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¡Ah, los buenos tiempos en los que el reloj parecía ir a paso de tortuga y el aburrimiento era casi una opción viable! Recuerdo a las abuelas y tías soltando aquello de que «el tiempo vuela» y yo pensaba que estaban hablando en otro idioma. Pero ¡sorpresa!, resulta que tenían razón. No sé cómo sucedió, pero de poner el árbol de Navidad a despedirnos de las fiestas, ¡zas!, el tiempo hizo su magia y aquí estamos, de nuevo con el villancico de Mariah Carey en modo hibernación. Pero no hay mal que por bien no venga, ¿verdad? Porque después de la vorágine festiva llegan las rebajas. Bajamos la cantidad de comida ingerida, disminuimos las visitas incómodas, reducimos las discusiones con los hijos y, por supuesto, intentamos controlar esos gastos con la esperanza de que sobreviva el presupuesto y podamos hacernos con alguna ganga. Y aunque hemos reducido la velocidad en algunas áreas, no hemos bajado ni un poquito el ritmo de nuestras vidas. Seguimos estando activos, asistiendo a eventos como si no hubiera un mañana. Así que aquí estamos de nuevo, dispuestos a contarles todo lo que pasó mientras ustedes estaban en el letargo post navideño. ¿Listos para ponerse al día? ¡Vamos allá!
Murphy Brown
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