El caos y el edén están a menos de dos kilómetros de distancia. Y es que para llegar al paraíso mallorquín por excelencia, es decir, es Trenc, es necesario una buena dosis de paciencia si uno no es de los previsores que llega al paradisíaco arenal a primera hora de la mañana, antes de que una marabunta de bañistas en coches, motos y furgonetas se adueñen del camino que transcurre por el parque natural marítimo-terrestre de es Trenc-es Salobrar de Campos con el fin de llegar al aparcamiento que les conducirá a las dunas y aguas cristalinas más famosas de la isla. Una misión que a partir de las once de la mañana se convierte en toda una aventura y cuando el reloj marca las doce es más bien una misión imposible.
Es trenc: La odisea que conduce al paraíso
El caos y el edén están a menos de dos kilómetros de distancia. Y es que para llegar al paraíso mallorquín por excelencia, es decir, es Trenc, es necesario una buena dosis de paciencia si uno no es de los previsores que llega al paradisíaco arenal a primera hora de la mañana, antes de que una marabunta de bañistas en coches, motos y furgonetas se adueñen del camino que transcurre por el parque natural marítimo-terrestre de es Trenc-es Salobrar de Campos con el fin de llegar al aparcamiento que les conducirá a las dunas y aguas cristalinas más famosas de la isla. Una misión que a partir de las once de la mañana se convierte en toda una aventura y cuando el reloj marca las doce es más bien una misión imposible.
Es trenc: La odisea que conduce al paraíso
El caos y el edén están a menos de dos kilómetros de distancia. Y es que para llegar al paraíso mallorquín por excelencia, es decir, es Trenc, es necesario una buena dosis de paciencia si uno no es de los previsores que llega al paradisíaco arenal a primera hora de la mañana, antes de que una marabunta de bañistas en coches, motos y furgonetas se adueñen del camino que transcurre por el parque natural marítimo-terrestre de es Trenc-es Salobrar de Campos con el fin de llegar al aparcamiento que les conducirá a las dunas y aguas cristalinas más famosas de la isla. Una misión que a partir de las once de la mañana se convierte en toda una aventura y cuando el reloj marca las doce es más bien una misión imposible.
Es trenc: La odisea que conduce al paraíso
El caos y el edén están a menos de dos kilómetros de distancia. Y es que para llegar al paraíso mallorquín por excelencia, es decir, es Trenc, es necesario una buena dosis de paciencia si uno no es de los previsores que llega al paradisíaco arenal a primera hora de la mañana, antes de que una marabunta de bañistas en coches, motos y furgonetas se adueñen del camino que transcurre por el parque natural marítimo-terrestre de es Trenc-es Salobrar de Campos con el fin de llegar al aparcamiento que les conducirá a las dunas y aguas cristalinas más famosas de la isla. Una misión que a partir de las once de la mañana se convierte en toda una aventura y cuando el reloj marca las doce es más bien una misión imposible.
Es trenc: La odisea que conduce al paraíso
El caos y el edén están a menos de dos kilómetros de distancia. Y es que para llegar al paraíso mallorquín por excelencia, es decir, es Trenc, es necesario una buena dosis de paciencia si uno no es de los previsores que llega al paradisíaco arenal a primera hora de la mañana, antes de que una marabunta de bañistas en coches, motos y furgonetas se adueñen del camino que transcurre por el parque natural marítimo-terrestre de es Trenc-es Salobrar de Campos con el fin de llegar al aparcamiento que les conducirá a las dunas y aguas cristalinas más famosas de la isla. Una misión que a partir de las once de la mañana se convierte en toda una aventura y cuando el reloj marca las doce es más bien una misión imposible.
Es trenc: La odisea que conduce al paraíso
El caos y el edén están a menos de dos kilómetros de distancia. Y es que para llegar al paraíso mallorquín por excelencia, es decir, es Trenc, es necesario una buena dosis de paciencia si uno no es de los previsores que llega al paradisíaco arenal a primera hora de la mañana, antes de que una marabunta de bañistas en coches, motos y furgonetas se adueñen del camino que transcurre por el parque natural marítimo-terrestre de es Trenc-es Salobrar de Campos con el fin de llegar al aparcamiento que les conducirá a las dunas y aguas cristalinas más famosas de la isla. Una misión que a partir de las once de la mañana se convierte en toda una aventura y cuando el reloj marca las doce es más bien una misión imposible.
Es trenc: La odisea que conduce al paraíso
El caos y el edén están a menos de dos kilómetros de distancia. Y es que para llegar al paraíso mallorquín por excelencia, es decir, es Trenc, es necesario una buena dosis de paciencia si uno no es de los previsores que llega al paradisíaco arenal a primera hora de la mañana, antes de que una marabunta de bañistas en coches, motos y furgonetas se adueñen del camino que transcurre por el parque natural marítimo-terrestre de es Trenc-es Salobrar de Campos con el fin de llegar al aparcamiento que les conducirá a las dunas y aguas cristalinas más famosas de la isla. Una misión que a partir de las once de la mañana se convierte en toda una aventura y cuando el reloj marca las doce es más bien una misión imposible.
El caos y el edén están a menos de dos kilómetros de distancia. Y es que para llegar al paraíso mallorquín por excelencia, es decir, es Trenc, es necesario una buena dosis de paciencia si uno no es de los previsores que llega al paradisíaco arenal a primera hora de la mañana, antes de que una marabunta de bañistas en coches, motos y furgonetas se adueñen del camino que transcurre por el parque natural marítimo-terrestre de es Trenc-es Salobrar de Campos con el fin de llegar al aparcamiento que les conducirá a las dunas y aguas cristalinas más famosas de la isla. Una misión que a partir de las once de la mañana se convierte en toda una aventura y cuando el reloj marca las doce es más bien una misión imposible.