Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Nueva vida para el Caparrots de Campos
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.
Campos luce sus Caparrots restaurados. María José Mesquida ha sido la encargada de restaurar las figuras. De hecho, no es la primera vez que se enfrenta a este delicado proceso artístico ya que en 1999 ya los restauró cuando después de trece años sin salir por las fiestas, el Ayuntamiento decidió recuperar estas figuras. El proceso artísticos es “delicado”. Y es que los Caparrots no dejan de ser unas “figuras sencillas de cartón y cola” que el tiempo aumenta su fragilidad.
El proceso de restauración ha consistido en su limpieza, reforzar las partes blancas y que presentaban peligro de romperse, además se ha reforzado el interior. Además se han pintado y barnizado las figuras. “Me ha gustado mi reencuentro con los Caparrots”, reconoce la restauradora que no duda en señalar que las figuras se han convertido en “arte por la edad”. “Es un patrimonio del pueblo que se deben conservar. Puede llegar un día que no se puedan sacar. Aunque no sean únicos y fueran creados en serie, forman parte de la cultura, la niñez y el patrimonio del pueblo. Son unos elementos muy apreciados por los niños y niñas”, señala Mesquida.