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Sobre las dificultades de la profesión: la difícil tarea de la comunicación con la Administración

Alfredo Arias, decano del COEIB, expone la importancia de la simplificación y la agilidad administrativa

Sobre las dificultades de la profesión: la difícil tarea de la comunicación con la Administración

Cuando nos comunicamos, y es un acto que hacemos continuamente,existe un canal, emisor y receptor. Ahora, con la covid, nos hemos visto obligados a cambiar de canal. La hostelería y el turismo han sufrido en sus propias carnes dicho cambio de canal, pero me gustaría poner el foco en el distanciamiento social que no permite utilizar nuestro canal preferido de comunicación: la cercanía. Esa cercanía que ha desaparecido con nuestros mayores y con amigos.

En este mismo sentido, la Administración también ha cambiado su canal de comunicación. El profesional muchas veces se ve en la necesidad de una comunicación activa con la Administración, la cual en un alarde ha acelerado sus procesos de modernización para salvaguardar a sus miembros. Sin embargo, en ese alarde, nos han dejado huérfanos y en lugar de un cambio de canal ha sido más bien una desaparición.

El colegio participa en distintos órganos mixtos en los cuales procura en su mayor medida ofrecer el servicio de colaboración con la administración. Algunas entidades son más accesibles, pero otras acaban dilatando ese necesario proceso de petición y respuesta que en muchos casos obliga a ir a la ley de procedimiento administrativo pasados los plazos. Eso supone unas pérdidas considerables y un enfoque de difícil recuperación y avance económico en el desarrollo de proyectos. Parece que la Administración no entiende que para mover la economía cuando el turismo está parado, hay que reforzar y acelerar otras áreas que no se ven afectadas, como las obras, actividades y diferentes permisos de toda índole que acumulan retrasos «covidianos».

Se podría escribir un prontuario desempolvando el clásico de Arthur Schopenhauer, El arte de tener razón. La estratagema que han usado hasta la saciedad es la treinta: argumentum adverecundiam (argumento al respeto), referenciando a expertos no colaborantes, entre ellos nuestro colectivo de ingenieros.

Por ello, ante el manual de Schopenhauer, tenemos la excusa en la aplicación de su argumentación. «Úsennos», permitan que la sociedad civil adquiera responsabilidades en esta cogobernanza. 

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