Empiezan los días de tanteos y negociaciones en los lugares en los que no hay mayoría absoluta para formar gobierno municipal. La experiencia acumulada debe servir para algo, sobre todo para no repetir errores ni acumular soberbia. La exigencia será buena si se usa como modo de rentabilizar los votos y de dar viabilidad al programa electoral, pero también deberá entenderse que una buena negociación requiere capacidad de cesión.
El PSOE de Calvià necesita de un edil exterior para convertir en absoluta su mayoría de claro vencedor. En principio, la alianza más natural debe ser con los dos concejales de la coalición Podemos-Més. En conversaciones informales, éstos ya han avanzado sus condiciones para pactar. Quieren políticas de movilidad bien definidas, promoción de cooperativas de vivienda social y la adquisición del Fortí d'Illetes. Son demandas que se presumen asumibles por los socialistas, quienes también estarán en pleno derecho de plantear contrapartidas a sus todavía socios potenciales.
Las negociaciones de estos días para sellar pactos de gobierno marcarán la gestión municipal en muchos sitios de Mallorca, de ahí su trascendencia. Es fundamental que sepan establecerse sobre programas de trabajo y no tanto en alternancias de alcaldía y cuotas.
