Con diplomacia, Antoni Pastor no ocultó ayer sus desavenencias soterradas con el líder de El Pi, Jaume Font, adelantadas por este diario. Aunque achacó a "una decisión personal" su renuncia a seguir dentro del comité de dirección del partido -el núcleo duro-, a la vez dejó patente la falta de sintonía con Font: "El comité es un órgano de asesoramiento del presidente, y el presidente elige a las personas de su confianza para estar allí; es una potestad suya, como mía es la libertad de estar en los puestos del partido donde creo que puedo aportar".

"Tengo 53 años, a mi edad ya sé cuándo debo dar un paso atrás", zanjó las cuestiones de los periodistas al respecto de la crisis abierta con su dimisión interna.

Pastor compareció junto a los dos restantes consellers del Consell de Mallorca, Antoni Amengual y Xisca Mora, para hacer balance del primer año del gobierno de Miquel Ensenyat. "Está claro que no tienen proyecto, no hay una visión global de la institución y se no se extrae todo el provecho que se podría", afirmó Pastor. Recordó que El Pi ha apoyado "los temas importantes", como la moratoria de grandes superficies, el freno a la importación de residuos o los primeros presupuestos.