Tras cuatro años como presidente de la FELIB, Joan Carles Verd acaba su mandato en septiembre. Reclama una mejora en servicios a los consistorios

P En septiembre acaba su mandato. Una de sus reivindicaciones era promover el municipalismo, ¿lo ha conseguido?

R Creo que esta legislatura ha sido positiva en cuanto a esta cuestión. Desde la FELIB hemos trabajado para que la voz de los ayuntamientos sea cada vez más escuchada en aquellos asuntos que nos afectan, y lo hemos hecho sin partidismo, anteponiendo esa visión municipalista. .

P ¿Es difícil poner de acuerdo a los 67 ayuntamientos que forman la FELIB, con diferentes colores políticos?

R El hecho de que las problemáticas sean compartidas une mucho, incluso más que la ideología. En este sentido, al entrar en las reuniones de la ejecutiva, puedo decir que todos nos quitábamos la camiseta del partido y nos poníamos la del municipalismo más acérrimo.

P ¿Los consistorios siempre se quejan de falta de dinero para hacer realidad sus proyectos. ¿Qué ha hecho desde la FELIB para conseguir una mejora de la financiación municipal? ¿La ley Montoro les ha perjudicado durante estos años?

R En esta legislatura hemos recuperado los niveles de financiación provenientes del Govern de antes de la crisis. Para muchos ayuntamientos, sobre todo los más pequeños, ha sido importantísimo. Quiero destacar el compromiso de la exconsellera de Hisenda, Catalina Cladera, en este aspecto. La ley Montoro ha perjudicado, y lo sigue haciendo, sobre todo a los ciudadanos de aquellos municipios saneados, que ven como el superávit generado con sus impuestos en lugar de servir para mejorar los servicios que les proporciona su ayuntamiento, sirven para tapar las vergüenzas del déficit del Gobierno español y las Comunidades Autónomas ante Bruselas.

P ¿ Uno de los objetivos de esta entidad es ser una herramienta de utilidad para los consistorios, ¿de qué manera puede ser útil?

R Más allá de ser la voz autorizada de los ayuntamientos, la queremos transformar en una entidad que les dé servicios. La central de compras, los cursos de formación para regidores, el servicio de publicaciones y el observatorio de políticas municipales iniciados esta legislatura marcan el camino a seguir.

P ¿Las normas que afectan a los municipios como la de terrazas, el botellón, la regulación de las viviendas turísticas o el precio del alquiler, ¿qué capacidad tiene la FELIB para hacerlas efectivas?

R La FELIB viene trabajando para coordinar a los ayuntamientos en la elaboración de este tipo de ordenanzas. La adaptación y su aplicación en cada municipio entra en el ámbito de la autonomía municipal.

P ¿ Cuando abandone la presidencia, ¿en qué considera que se ha avanzado y cuáles deben ser los próximos retos?

R Sobre todo hemos avanzado en poner en valor el papel de la FELIB como representante de los ayuntamientos, sin ser una correa de transmisión de los partidos o de las otras instituciones. Hay que otorgar a los Ayuntamientos el peso institucional y político que les corresponde. Es incomprensible que ante la tramitación de leyes que afectan de lleno a nuestras competencias nuestra capacidad de intervención se reduzca a la que pueda tener, con todo mi respeto, una asociación de vecinos. Hay que avanzar en servicios para los ayuntamientos.