Ahora que hemos recuperado la normalidad tras la pandemia, ¿cuál es el estado de salud del sector tecnológico de Balears?

Basta ver los datos económicos, la tecnificación, la digitalización y la irrupción de la inteligencia artificial. Todo ello le ha dado al sector turístico un alto nivel de eficiencia. Esto explica en parte el crecimiento económico de estos trimestres.

En esta nueva edición el foro se titula Datos que mejoran el mundo. ¿De qué manera la tecnología puede ayudar a la mejora de estas islas?

La gestión del dato, la IA nos puede ayudar a ser más resilientes, es decir, a afrontar mejor las crisis. También a diversificar nuestra economía y a, por ejemplo, agregar todos los datos que se generan desde las diferentes administraciones públicas de las islas a un proyecto de Inteligencia Artificial. Esto nos permitirá hacer un gemelo digital de las islas donde hacer previsiones sobre el comportamiento de la economía o prepararnos mejor para el reto que supone el cambio climático.

El debate sobre transformación digital se centrará en el uso de los datos. ¿De qué manera debe hacerse ese uso con el fin de que resulte positivo para la sociedad?

Acabo de mencionar los gemelos digitales. Estos pueden servirnos para afrontar con más garantías los vaivenes de la economía. También para mejorar el peso económico intangible en nuestros sectores productivos lo que nos hace menos vulnerables y prepara nuestra sociedad para afrontar el gran reto que supone la dependencia del monocultivo turístico.

El monocultivo turístico no es el problema, el problema es no tener alternativa.

¿Qué medidas más destacadas ha adoptado su departamento para la innovación tecnológica de esta comunidad?

En breve ofreceremos un servicio muy necesario para las PYMES de las Islas Baleares. La factoría de la innovación acompañará en el proceso de transformación de una pyme en una pyme innovadora que, entre otras cosas, tiene deducciones fiscales y un tratamiento rápido y eficiente por parte de la administración. Lo que se busca es un efecto mancha de aceite en nuestro sector productivo que nos protegerá de los vaivenes económicos. También hemos creado un espacio en la universidad a través de la FUEIB de soporte a la innovación para que las pymes puedan afrontar retos relacionados con la I+d+i. Lo normal es que una pyme no tenga un departamento de innovación y desde la dirección general queremos que las pequeñas y medianas empresas tengan acceso al conocimiento a través del proyecto ‘Valida y acelera’.

También trabajamos en la creación de nuevos clústeres que pronto haremos públicos. Serán varios y tendrán un gran peso estratégico para diversificar nuestra economía.

Seguimos financiando programas a través de un encargo de gestión al Parc Bit de Mallorca y Menorca para la incubación de startups, políticas STEM y ayudas a los emprendedores así como foros con un gran peso en las islas como INTO o las Tramontana Tech Talks.

Ha comentado en diversas ocasiones que las islas presentan diversas ventajas para ser punteras en innovación, ¿Por qué lo cree y en qué aspectos pueden ser punteras?

Es innegable que el sector turístico es un motor poderoso que además lleva años invirtiendo en innovación. Esto se nota en la marcha de la economía, pero además hay proyectos de investigación marina en los que somos referencia internacional, o por poner un ejemplo, el destacado miembro del clúster BioIB SANIFIT fue la operación de venta de una empresa en el sector de la biotecnología más importante del sur de Europa, y es una empresa de las Islas Baleares, basada en tecnología y conocimiento, o sea, en economía intangible.

En una comunidad tan dependiente del sector servicios, ¿de qué modo la innovación tecnológica puede ayudar a su mejora?

Ha ayudado y mucho en el pasado. La primera vez que los datos económicos no cuadraban en las islas y en todo el Estado, según las previsiones de los expertos, fue en el período 2013-2016 y lo hizo para bien. La inversión en talento humano relacionado con la innovación en las islas hizo mejorar los datos económicos. Ahora ya tenemos esos datos. Los publicamos hace unos meses en la visita de la fundación COTEC donde se hizo pública la encuesta estatal sobre la apreciación de la innovación en el Parc Bit. Las empresas de las islas llevan años a la cabeza del Estado en inversión en talento relacionado con la innovación. Al ser un dato, al margen de la economía tangible, se escapaba de los medidores del sistema financiero tradicional y provocaba el error en las previsiones económicas. Así que el camino es obvio, más innovación pero, sobre todo, más talento humano, más investigación, más economía intangible.

¿Considera que nos encontramos en una nueva revolución tecnológica que provocará más cambios sociales y económicos?

Eso es tiempo pasado y presente. La tecnología ya ha provocado cambios. Hace treinta años las diez empresas qué más facturaban en el planeta vendían energía, vehículos, refrescos. Hoy no queda ninguna en ese top diez. Ahora las diez empresas que lideran la economía mundial son tecnológicas. Vienen por delante más cambios y muy profundos. No podemos competir con una máquina en lo que la máquina es más eficiente, la máquina memoriza, repite y obedece mejor y más rápido que una persona. La mayoría de trabajos que puedan ser sustituidos por una máquina lo será más pronto que tarde. A día de hoy sabemos que las profesiones que se ejercerán dentro de veinte años no están en la oferta educativa, así que necesitamos tecnología para avanzarnos a esa demanda futura. Lo que sí sabemos es que una máquina no agrega valor a un plato de comida, un chef sí, así que las relaciones sociales, el cuidado, la sanidad, el ocio y la comunicación serán algunos de los sectores donde más y mejor se van a crear esas profesiones que aún no existen. Apuesto a que el sector turístico también aportará en el futuro ofertas ahora impensables.

A menudo la tecnología va más deprisa que la sociedad, la administración o la empresa. ¿Qué herramientas necesita la sociedad para adaptarse mejor y más rápido?

Una administración ágil, procesos de participación digitales, trazar cada euro que se invierte con nuestros impuestos es técnicamente posible. Necesitamos avanzar en las leyes que lo permitan y así erradicaremos cualquier trazo de corrupción, malversación o fraude. La sociedad desde siempre lo que necesita es confianza en sus instituciones. Estamos en ello.

¿Cuáles son los principales retos de la transformación digital de las islas?

Que nos permita afrontar la transición de una economía lineal a una economía circular; que la economía tangible se apoye en la economía intangible, o sea, en una sociedad del conocimiento. La tecnología es solo la herramienta.