El tema de las emociones o de la gestión emocional en las empresas es un tema que no lleva mucho tiempo adquiriendo una relevancia clara. Desde el contexto laboral, las emociones han sido totalmente ignoradas durante largo tiempo, poco más de 25 años hace que se comienza a utilizar este término, gracias a la publicación en 1995 del libro de La Inteligencia Emocional de Daniel Goleman y sólo quizás si entendemos la juventud del término seremos conscientes de uno de los motivos por el cual, aunque cada vez menos, a las empresas aún les cuestan tomar conciencia de la importancia de formar a sus equipos en Inteligencia Emocional.

Si no hace mucho escribía un artículo haciendo referencia a la dificultad por la que muchas empresas pasan a la hora de reclutar talento y mantenerlo, quizás en la gestión emocional de los empleados encontramos una de las claves para solucionar uno de los grandes retos que tenemos en los próximos años.

Somos conscientes que el paradigma laboral esta cambiando rápidamente, y que la pandemia también influyó en acelerar este proceso, el teletrabajo, reuniones virtuales y nuevas fórmulas para conectar entre empleados, proveedores y clientes requieren ahora más que nunca que pongamos el foco en nuestras emociones.

Como bien se puede ver, el trabajo para toda la vida no existe, recuerdas aquellas palabras de tus padres, cuando te decían: “estudia una buena carrera y encontrarías un trabajo estable y no tendrás que preocuparte nunca más”, no es que nos quisieran engañar conscientemente, quizás muchos de ellos no tuvieron las mismas oportunidades que se tienen actualmente de acceder al sistema educativo universitario, pero vemos como cada vez más los jóvenes que nacieron poco antes del cambio de siglo, nos llevan ventaja en el peso que adquiere su currículo cuando comienzan a acceder al mercado laboral.

¿Qué hacemos entonces para que todos esos jóvenes llenos de talento encuentren en las empresas un sitio no sólo donde comenzar a desarrollar su talento sino, donde lo puedan mantener y consolidar? Yo lo tengo claro, trabajar la Inteligencia Emocional de la organización … el éxito del equipo es directamente proporcional a ser capaz de aplicar la inteligencia emocional en tu organización. La mejor fórmula para convertir un grupo de trabajo en un equipo de alto desempeño podríamos resumirla en cinco pasos teniendo en cuenta la gestión de las emociones:

  1. Ser capaz de generar un ambiente sano, mejorando la salud de los trabajadores y por lo tanto disminuyendo los niveles de absentismo laboral
  2. Tener en cuenta la importancia del papel de la comunicació, no sólo a nivel externo y la trascendencia que esta tiene para fortalecer la imagen de la marca de la organización, sino a nivel interno, entre los miembros que forman parte de ella, tanto en reuniones, correos electrónicos, redes sociales… porque no siempre se le da la importancia que se merece,
  3. Ser capaz de trabajar en equipo, reunirse en torno a un fin común, respetando la diversidad de los equipos, la complementariedad… trabajar la confianza y el compromiso ayudan sin duda a pasar de grupo a equipo-
  4. Mantener e incrementar la motivación, ser capaz de mantener implicados a los empleados para ofrecer el máximo rendimiento y clave para aumentar la productividad empresarial.
  5. Crear una organización sostenible en el tiempo, logrando una mejora continua, la sostenibilidad no sólo debe hacer referencia al medio ambiente, y su impacto... sino que también debe hacer referencia a las personas

Incluya dentro de sus propósitos de primero de año trabajar las emociones en su organización y muy pronto verá los resultados positivos que le reporta a su organización.