Mercados

¿Estamos ante una burbuja de la inteligencia artificial en Bolsa?

Los expertos alertan de un posible 'pinchazo' si Nvidia no supera las expectativas del mercado o si aparecen nuevos competidores

El cofundador y CEO de Nvidia, Jensen Huang.

El cofundador y CEO de Nvidia, Jensen Huang. / EFE

Paula Blanco

Si de algo se ha hablado en el último año ha sido de la inteligencia artificial (IA), de los trabajos que puede eliminar, de la mayor eficiencia en los puestos de trabajo, de las imágenes y vídeos generados a partir de texto y de las start-ups que aplican esta tecnología para abrirse paso en cualquier sector. Y en los mercados, de las cifras desorbitadas de Nvidia. Los inversores ya no saben qué límite poner para que la compañía con sede en Santa Clara (California) supere con creces sus expectativas, de ahí su recorrido al alza en Bolsa: sus acciones se revalorizaron un 491,86% desde el lanzamiento de ChatGPT por parte de OpenAI, es decir, desde el 30 de noviembre de 2022 hasta el 27 de marzo de 2024. Otras empresas relacionadas con la nueva revolución tecnológica también han subido por encima del 100% en el último año y medio al calor de las últimas noticias de Nvidia. Es su gran momento, pero ya empiezan a aparecer las primeras dudas. La gran pregunta que circula entre los analistas es si estamos ante una nueva burbuja en los mercados, algo parecido a lo ocurrido en los 2000.

"Pensamos que hay un optimismo desmedido en las valoraciones de algunas compañías del sector", señala el analista de XTB, Javier Cabrera. Se refiere a firmas que se nutren principalmente del negocio de la IA, como Nvidia o Super Micro Computer, que cotizan a múltiplos desorbitados. Super Micro Computer ha superado incluso a Nvidia con una revalorización del 1.020,41% desde el 30 de noviembre de 2022, mientras que otras, como AMD o Broadcom, han subido un 142,36% y un 155,37% respectivamente. En Europa la más destacada es la neerlandesa ASML, que se ha revalorizado un 68,81% desde la misma fecha, y en España solo cotiza Airtificial, que se ha subido a la ola entusiasta con un crecimiento del 131% en Bolsa. "El mercado está descontando que en el futuro no tendrán competidores, lo que es poco probable observando la historia de la industria de los semiconductores", añade. Compañías como Texas Instruments, Fairchild Semiconductor o Inter parecían hace años imbatibles hasta que la competencia fue capaz de quitarles cuota de mercado.

Existen ciertos paralelismos con la burbuja generada por las denominadas "punto com", las empresas tecnológicas caídas en combate a finales de los 90 y a principios de los 2000, por la incertidumbre sobre el potencial de la inteligencia artificial, pero ahí terminan las similitudes. Entre ambos fenómenos hay una diferencia clave: la capacidad de las empresas protagonistas para generar beneficios. "En aquellos años de la aparición de la "fiebre punto com", las empresas pioneras eran incapaces de generar beneficios. Se llevó a valorar por ventas e incluso por número de clientes potenciales", recuerda el analista de iBroker, Antonio Castelo. En cambio, ahora muchas empresas tecnológicas "no solamente generan resultados positivos, sino que estas crecen en tasas interanuales en porcentajes importantes y generan caja de forma sustancial hasta el punto que no necesitan financiación ajena para pagar nuevas inversiones o para financiar nuevos productos". Además, las empresas relacionadas en la actualidad con el desarrollo de la IA llevan años en el mercado y cuentan con una importante solidez financiera respecto a las tecnológicas de hace dos décadas. Eso sí, la burbuja existe. Si la IA generativa proporciona los ahorros de costes tangibles y retiene a empleados y clientes, tal y como se asegura, "las empresas seguirán invirtiendo en esta tecnología y esta inversión corporativa podría impulsar la burbuja generativa de la IA durante años", explica Castelo.

Fe ciega en Nvidia

Cuando se habla del furor en Bolsa de la IA, en realidad se concentra el debate alrededor de Nvidia. La compañía registró un aumento de facturación del 126% en el último año hasta los 60.922 millones de dólares y un incremento del 581% de los beneficios hasta los 29.760 millones. "Hay una parte muy importante de crecimiento de ventas por el aumento del coste de los chips", explica el analista de Renta 4, Diego Santo Domingo. El problema surgirá cuando otras empresas consigan producir sus propios chips, algo que ya está ocurriendo porque "estas empresas no quieren tener dependencia de un solo proveedor". Amazon, a través de su servicio de nube Amazon Web Services, presentó hace cinco meses su nuevo chip Trainium2, diseñado para abaratar los costes de la IA generativa, mientras que Microsoft, además de mantener un acuerdo con Nvidia, también se ha aliado con AMD o Intel para lanzar su propia línea de este producto.

Este es uno de los malos presagios que pueden llevar a que los inversores tengan un "susto", pero hay más. "Cuando se ralentice el crecimiento de Nvidia, se corregirá su cotización", advierte Santo Domingo, puesto que "es prácticamente insostenible mantener esos crecimientos" y debe cumplir expectativas cada vez más altas cada tres meses. Y esta corrección podría extenderse al resto de firmas que se benefician de la IA. Otros motivos por los que podría 'pincharse' el optimismo en los mercados alrededor de esta tecnología es que Nvidia decida bajar los precios de sus productos o que aparezcan nuevos competidores que le hagan frente.