La cantante Remedios Amaya fue la elegida para representar a España en el festival de Eurovisión celebrado en Munich en 1983. No obtuvo ni un solo voto. Esta era una de las estrofas de la canción:

Ay, ¿quién maneja mi barca, quién?

Que a la deriva me lleva, ¿quién?

Ay, ¿quién maneja mi barca, quién?

Que a la deriva me lleva, ¿quién?

Si hubiera acudido a los clásicos (nunca fallan si sabes buscar los adecuados) habría tenido conocimiento de la máxima de Séneca “No hay viento favorable para el que no sabe dónde va” y se habría evitado un ridículo de proporciones bíblicas.

Sirva esta anécdota pata ilustrar qué en la vida, los negocios y muy especialmente en el marketing digital la estrategia lo es todo. Hay que tener un plan, un buen plan. Diseñarlo con esmero, plantearlo con criterios de eficiencia y pragmatismo y atenerse a él con fidelidad.

En los últimos 50 años el proceso de creación publicitaria y desarrollo de planes de marketing ha pasado por distintas fases y tipos de pensamiento. Al principio, cuando todo era oscuridad empezó a brillar con luz propia el pensamiento lateral, un modelo para elaborar procesos creativos (basado en la intuición).

El pensamiento lateral es por definición un sistema para enfocar los problemas sin ningún tipo de limitación utilizando siempre la creatividad, a diferencia de los modelos verticales mucho más rígidos. Buenos ejemplos del pensamiento lateral serían: ¿cuántos meses tienen 28 días?; ¿Cómo meter un azucarillo en una taza de café sin que se moje? o ¿Cómo transportar medio litro de agua en un colador?. Las respuestas son: todos, en una taza de café en grano, congelando el agua.

Estos modelos vivieron su época de esplendor hasta finales del siglo XX cuando se inició su decadencia. Inmediatamente surgió el modelo de pensamiento de segundo orden, basado en evitar errores cometidos en las decisiones iniciales teniendo en cuenta todas las posibles consecuencias y anticipándose a ellas.

Durante la época colonial en la India, las autoridades británicas se mostraron muy preocupadas por la enorme cantidad de serpientes venenosas que había en la capital Delhi y decidieron pagar una determinada cantidad de dinero por cada serpiente muerta que se entregara a las autoridades. El resultado fue que los lugareños crearon granjas de cría de serpientes para mantener un constante flujo de entrega de ofidios y consolidar un extraordinario caudal de ingresos de manera estable (unos virgueros estos Indios).

El siguiente paso en la era de la estrategia de marketing, y tal vez uno de los que mejor combinaba la creatividad pura y dura con la medición de resultados, era el del pensamiento inverso, sintetizado de manera exquisita en la frase de Umberto Eco en su extraordinaria novela “El nombre de la rosa” (a través de una serie de errores seguros llegaremos a una verdad probable). Este poderoso modelo de gestión basa su eficiencia en el argumento de gana siempre quién menos se equivoca, no quién es brillante de manera esporádica.

Todos estos modelos vienen a corroborar que en el campo del marketing y la creatividad publicitaria vivimos en un ecosistema en permanente evolución, en el que lo que hoy parece un axioma grabado en placas de mármol, mañana no será más que una nube de polvo barrida por el viento. Vivimos la era de los resultados, del marketing de resultados.

Si quieres saber en profundidad cómo sacar el máximo partido a tu estrategia digital habla con nosotros www.mad-men-agency y como siempre si quieres rememorar la participación de Remedios Amaya en Eurovisión, siempre te quedará Youtube.