Alimentación

Los precios disparados hunden casi un 35% el consumo de aceite de oliva

La carne y los huevos, que moderaron sus precios durante 2023, han aumentado su volumen de ventas

Una carnicería en el Mercado de Tirso De Molina, en Madrid.

Una carnicería en el Mercado de Tirso De Molina, en Madrid. / Alba Vigaray

María Jesús Ibáñez

Más carne y huevos, pero menos aceite de oliva. Los hogares españoles no han tardado en reaccionar a las oscilaciones de los precios de la cesta de la compra y, visto el encarecimiento generalizado de los alimentos básicos en el último año (pese al IVA rebajado que tienen la mayoría de ellos), los consumidores han respondido como cabría imaginar: las compras de aceite de oliva se han desplomado más del 34% en un año, mientras que el de girasol, que se ha erigido en una de sus alternativas más asequibles, se ha vendido un 20,9% más.

Los últimos datos sobre consumo alimentario en el hogar, publicados esta semana por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación muestran, con todo, que el nivel de compras de alimentación y bebidas se estabilizó en noviembre pasado, con un 0,4% más de volumen respecto al mismo mes de 2022, pese a que la subida del precio medio del 7% llevó a gastar un 7,4% más.

Precio del aceite.

Precio del aceite. / EPC

Junto a la previsible caída del aceite de oliva, también el consumo de pan (-3,1%) y el de frutas frescas (-2,2%) retrocedieron en los hogares hasta noviembre de 2023, el último mes del que hay datos disponibles, aunque en contrapartida aumentó sobre todo el de carne (+10,3%) y el de huevos (+6,3%). Entre las primeras, destaca la de pollo, que se vendió un 16,75% más, seguida por la de cerdo, con un incremento del 14,44% y, finalmente, por la de ternera, con un 4,2% de aumento. La de cordero siguió la tendencia de los últimos años y registró un nuevo descenso, esta vez del 28,62%, según los datos del ministerio.

"Las producciones de pollo y de otras aves se han normalizado gracias al descenso del precio de los cereales y eso ha permitido que los precios de estas carnes sean ahora algo más asequibles", explica Josep Capdevila, mayorista en Mercabarna y miembro de la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició. Eso, pese a que el sector cárnico es uno de los que no se beneficia del descuento del IVA que aplica el Gobierno.

Grano de Ucrania

El pollo, como el cerdo y la ternera, han podido reducir sus precios gracias, entre otras cosas, a la entrada masiva de grano de Ucrania, que ha abaratado, a su vez, los precios del pienso que comen los animales, que suelen vivir estabulados o en granjas. Capítulo aparte es el cordero, que a diferencia de las otras reses, se alimenta a campo abierto. "Hay muy poco ovino este año y está caro, por culpa de la sequía", reconocía hace unas semanas Martí Colomer, portavoz del sector en el Gremi de Majoristes de Mercabarna.

Plátanos y kiwis resisten, las mandarinas caen

La fruta fresca perdió importancia en la cesta de la compra el pasado noviembre, y pese a que el consumo de plátano y kiwi aumentó, esa subida no fue suficiente para compensar la caída que experimentaron naranjas, mandarinas, manzanas y peras, según los datos recogidos por Agricultura. Así, en el cómputo del último año, la fruta registró una disminución de consumo del 2,24%, pese a que su precio se mantuvo bastante estable.

También se redujeron las compras de hortalizas frescas, en este caso en un 3,65%. Hubo productos como el tomate, la lechuga y los pimientos que registraron descensos importantes. En concreto, del 8,0% para el primero, del 5,7% para la segunda y del 7,6% para los terceros. Y aunque las ventas de coles crecieron un 2,7%, el descenso del 12,2% en las judías verdes tuvo mucho peso.

Noviembre suaviza la caída del pescado

El mes de noviembre dio un respiro a pescadores y pescaderos, con un crecimiento en la compra de productos del mar del 3,6%. El repunte ayudó, en cierta medida, a aliviar la situación de un sector que, en el último año, ha tenido una contracción global del consumo del 4,0%, tanto de pescado fresco y congelado (2,3%), como de marisco, moluscos y crustáceos (8,6%) y de conservas (2,4%).  

Otro de los productos que sigue acumulando pérdida de consumidores son los lácteos, tanto la leche como sus derivados. La primera descendió un 1,13% entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023, mientras que los derivados, entre los que se encuentran los yogures, perdieron un 0,98%. En contrapartida, y a pesar de que los precios en el mercado internacional han llegado a marcar cifras de récord, el azúcar ha incrementado su consumo, en un 3,34%.