ENERGÍA

Cepsa tiende la mano al nuevo Gobierno tras perder 116 millones por el golpe del nuevo impuesto

La petrolera paga 323 millones por el nuevo gravamen y registra números rojos este año frente al récord de casi 1.000 millones hasta septiembre del año pasado

“Esperamos trabajar con el nuevo Gobierno español para garantizar que el marco fiscal y normativo respalde a la industria", dice el grupo, después de que la patronal de las petroleras avisara de que el impuesto amenaza inversiones milmillonarias

Sede de Cepsa.

Sede de Cepsa.

David Page

Cepsa, la segunda mayor petrolera de España, acumula unas pérdidas netas de 116 millones de euros hasta septiembre, frente al récord de beneficios de 982 millones obtenido en el mismo periodo del año pasado. Unos números rojos motivados por el golpe en sus cuentas del nuevo impuesto a las grandes energéticas aprobado por el Gobierno (con un coste de 323 millones para el grupo), por la venta de activos en Abu Dhabi y por los cambios de valor en los inventarios de la compañía.

“Los resultados globales de los nueve primeros meses del año siguen reflejando la repercusión del impuesto extraordinario, que consideramos mal diseñado; así como la volatilidad de los mercados energéticos observada en toda Europa en lo que va de año”, explica el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar.

Una invitación al diálogo de Cepsa que llega después de que su gran rival, Repsol, haya advertido de que puede paralizar inversiones en España si el nuevo Ejecutivo mantiene el ‘impuestazo’ como han pactado PSOE y Sumar y tras el aviso de la patronal de las petroleras AOP -en la que se integra la propia Cepsa- de que mantener el gravamen “pone en riesgo 16.500 milones de inversiones para la transición energética”.  

Pese a quejarse del impacto del nuevo impuesto sobre las ventas de las grandes energéticas y haberlo recurrido ante la justicia, Cepsa ha tendido la mano al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. “Esperamos trabajar con el nuevo Gobierno español para garantizar que el marco fiscal y normativo respalde a la industria y cree un entorno competitivo para la transición energética, fomentando la inversión y permitiendo en España el desarrollo del mayor proyecto europeo de hidrógeno verde”, apunta el CEO, refiriéndose al 'macropoyecto' de hidrógeno renovable que la compañía desarrolla en Andalucía con inversiones por 5.000 millones.

El importe abonado por Cepsa en concepto por el tributo que grava con un 1,2% las ventas de las empresas del sector en 2022 cuyos ingresos superaron los 1.000 millones anuales asciende ya a 323 millones de euros, tras pagar en septiembre 158 millones de euros correspondientes a su segundo pago. El nuevo gravamen tiene (o tenía carácter) temporal y el Ejecutivo lo había aprobado con una vigencia de dos años, pero el acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar contempla prorrogarlo.

Cepsa, por el fondo soberano de Abu Dhabi (Mubadala) y el fondo de inversión Carlyle, subrayó que su contribución fiscal ha ascendido este año hasta septiembre a 3.358 millones de euros en impuestos en España, de los cuales 2.046 millones fueron soportados por la compañía y 1.312 millones recaudados por cuenta de la hacienda pública española

Recuperación en el trimestre

Pese a las pérdidas acumulados en lo que va de año, Cepsa ha empezado ya a notar la recuperación en sus cuentas durante el tercer trimestre del año. En el primer semestre acumuló unos números rojos de 393 millones de euros que ya han empezado a corregirse tras conseguir un beneficio trimestral de 278 millones de euros entre julio y septiembre, casi el doble que el año pasado, gracias a la subida del precio del petróleo y a la mejora de los márgenes de sus refinerías.

La petrolera destaca que el beneficio neto ajustado, sin contabilizar el impacto de extraordinarios y que mide específicamente el desempeño de los negocios, alcanzó los 252 millones de euros en el periodo de enero a septiembre tras la venta de los activos de Abu Dhabi, con una caída del 53% con respecto a los 534 millones registrados en el mismo periodo de 2022. El resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado fue de 1.165 millones hasta septiembre, frente a los 2.492 millones del mismo periodo del año anterior, por los menores volúmenes en la producción tras deshacerse de activos en Oriente Medio.