"Es patriótico pagar impuestos porque somos también miembros de esta sociedad y tenemos que participar en ella", explicó Morris Pearl, que renunció a su puesto como director ejecutivo de BlackRock, la gestora de activos más grande del mundo, para unirse a los Millonarios Patrióticos.

Pearl, ahora presidente de la junta del grupo, entiende que el nivel actual de desigualdad es consecuencia, en gran medida, del esfuerzo que élites adineradas han hecho durante décadas para obligar al Congreso a promulgar leyes destinadas a aumentar su riqueza personal y su poder político.

"Liberar al Congreso" se convirtió ayer en el lema del grupo, creado en 2010 y que requiere a sus miembros tener unos ingresos anuales de más de un millón de dólares o contar con un patrimonio de más de cinco millones de dólares.

"Puedes pensar que somos radicales, pero no somos comunistas. Somos gente que ha tenido éxito en el sistema capitalista. El capitalismo es un excelente sistema, pero no es un sistema perfecto", dijo Eric Schoenberg, otro millonario patriótico que preside la junta de la firma tecnológica CampusWorks, Inc.

El estadounidense no quiere dejar a sus dos hijas, de 21 y 20 años, más dinero, sino "una sociedad que funcione para todo el mundo", un objetivo por la igualdad de oportunidades que, a su juicio, no comparte el Congreso.

Según datos del censo, EE UU obtuvo en 2014 un índice Gini de 0,48%, en una escala donde 0 es la distribución equitativa perfecta de los ingresos del país, y 1 la inequidad en términos absolutos.

Este índice para medir la desigualdad se ha incrementado un 5,9% desde 1993 y, en los últimos cuatro años, el número de personas que vivía en situación de pobreza se ha mantenido estable, de forma que 46,7 millones de personas eran pobres en 2014.

Con el fin de revertir esta situación, el grupo busca subir los impuestos al 1% más rico, que actualmente paga la mitad en tasas locales y estatales que el 20% de los hogares más pobres de EE UU, según un estudio de la organización independiente Instituto de Políticas Económicas y de Impuestos (ITEP).

"El nivel de desigualdad es increíble, La gente acumula dinero y utiliza ese dinero para influir en el sistema político con el objetivo de obtener más dinero. Es un sistema roto y si no hacemos algo esta sociedad no funcionará ni para los ricos ni para los pobres", señaló Schoenberg.

De esta forma, el grupo pidió ayer al Congreso que acabe con un tipo de agujero fiscal (conocido en inglés como "carried interest tax loophole") que permite a los fondos de alto riesgo y a las compañías privadas evitar la tributación de parte de sus beneficios.

El grupo también pidió el incremento hasta los 15 dólares la hora del salario mínimo federal, ahora fijado en 7,25 dólares, una idea a la que se oponen los republicanos porque aseguran que desalentará la creación de empleos y afectará a la actividad económica al elevar los costes laborales. "El salario mínimo es tan bajo que la gente que trabaja a tiempo completo y tiene dos niños, vive en la pobreza. Hacen un gran esfuerzo y no merecen eso", consideró Scott Nash, fundador del supermercado orgánico MOM´s Organic Market y que paga a sus empleados entre 11 dólares y 12 dólares por hora. "Estaría feliz de poder pagarles 15 dólares por hora cuando haya una ley para ello", asegura.