El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró que el cumplimiento de unas "condiciones estrictas" por parte de los beneficiarios es un elemento clave del programa de compra de bonos de la institución, que una vez iniciado podrá suspenderse si el país no cumple.

Draghi, en una intervención en el Parlamento Europeo, recordó que el BCE sólo actuará cuando un país solicite la ayuda de los fondos comunitarios de rescate y se someta a sus condiciones.

Según el banquero italiano, la condicionalidad garantiza que el BCE no incumple su mandato centrado en mantener la estabilidad de los precios y asegura que no se compensa a un país que no haga todo lo necesario en materia de ajuste fiscal.

"La condicionalidad, en particular, preserva los incentivos para que los gobiernos continúen con los ajustes económicos y fiscales", insistió Draghi.

El presidente del BCE, que explicó a los eurodiputados los detalles del plan para apoyar a los países en apuros en los mercados, aseguró que éste supone una "barrera efectiva para evitar escenarios destructivos" en la zona euro.

Draghi recordó que las intervenciones serán en el mercado secundario y centradas en bonos con una madurez de entre uno y tres años, para los que el BCE aceptará "el mismo tratamiento que el de un agente privado o cualquier otro acreedor".

Además, aseguró que si se inicia la compra de bonos de un país ésta sólo se detendrá cuando se hayan cumplido los objetivos o en caso de que el Estado miembro no cumpla con las condiciones.

Las compras, indicó, "no se llevarán a cabo cuando un programa esté bajo revisión" y únicamente se retomarán una vez que se "haya asegurado" el cumplimiento de las condiciones.

Draghi garantizó también que el BCE será "totalmente transparente" en el proceso y dará cuenta cada mes de los detalles de sus compras.