Con el objetivo de fomentar la compraventa, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy que a partir de 2011 sólo optarán al actual límite de deducción de 9.015 euros en el IRPF por la compra de vivienda quienes perciban rentas menores de 17.000 euros anuales, desgravación que desaparecerá para los nuevos compradores con rentas superiores a 24.000 euros.

De esta forma, sólo durante los próximos 19 meses estará abierta la posibilidad para todos de acogerse al régimen actual de desgravación, ya que a partir de entonces se limitará a las rentas más bajas y a quienes ya venían disfrutando de este beneficio fiscal.

A la espera del efecto que pueda tener esta medida, la estadística publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que en el mes de marzo se registraron 34.895 transacciones de vivienda, lo que supone el 0,7 por ciento más que un mes antes, pero el 24,3 por ciento menos frente al mismo mes del año anterior.

La responsable de la caída interanual es la vivienda usada, cuya compraventa bajó el 35,1 por ciento en el último año, aunque en el último mes sólo descendió el 2,3 por ciento.

Por el contrario, el repunte mensual se produjo gracias a la subida del 3,1 por ciento de las transacciones sobre vivienda nueva, que también moderaron su caída interanual, lo que hace pensar a algunos expertos en un cambio de tendencia en el sector inmobiliario.

De esa opinión es el director del área de investigación del Instituto de Práctica Empresarial (IPE), José Antonio Pérez, quien señaló que en el mercado se están reactivando las preventas de vivienda nueva, algo que si se mantiene hasta el verano, provocaría un cambio de inercia.

Por el contrario, el secretario de la patronal inmobiliaria G-14, Pedro Pérez, cree que el repunte de marzo frente a febrero "no tiene significación", por lo que no considera que vaya a suponer un punto de inflexión, sobre todo teniendo en cuenta que la evolución interanual sigue siendo negativa.

A su juicio, la evolución de este indicador seguirá siendo decreciente, ya que estima que en 2009 únicamente se venderán entre 200.000 y 220.000 viviendas nuevas.

En la misma línea se manifestó el codirector del Master de Empresas Inmobiliarias de la UNED, Julio Gil, para quien la ligera subida de marzo tiene un condicionante estacional (febrero es más corto), por lo que no cree que se pueda pensar en que la tendencia a la baja vaya a cambiar.

El hecho de que las transacciones sobre vivienda nueva no caigan tanto como las de usada se explica, según Gil, en que la estadística recoge las operaciones escrituradas, por lo que todavía se están formalizando ventas que se pactaron a principios de 2008 o incluso en 2007.

En este sentido señaló que fue en julio de 2008 cuando comenzó a caer más bruscamente la venta de viviendas, lo cual tendrá necesariamente su reflejo en la estadística a lo largo de 2009.

La caída de la compraventa explica la presión a la baja que soportan los precios de la vivienda, que en abril descendieron el 10,1 por ciento, según la sociedad de tasación TINSA, aunque con mayor incidencia en la costa mediterránea (13,5%) y en las capitales y grandes ciudades (10,3%).