El gobernador del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, advirtió ayer de que el incremento del precio del petróleo supone un riesgo para el crecimiento en la eurozona, pero considera "adecuado" el actual nivel de tipos de interés, por eso, el BCE decidió mantener el precio del dinero en el 2%.

El mantenimiento de tipos pese a las tensiones inflacionistas, que aconsejarían un alza, puede deberse a que una rebaja que contribuyera a la reactivación de las economías de los Doce no se considera adecuada precisamente por los riesgos de inflación. La Comisión Europea estimó ayer en un 1,2% el crecimiento de la zona euro este año.

El presidente del BCE descartó que el encarecimiento del petróleo se traslade a la inflación subyacente, sin energía y alimentos frescos y dijo que "es esencial que el incremento de la tasa inflacionista no se traslade en el futuro a mayores presiones para la inflación subyacente en la zona euro".

Trichet afirmó que "el incremento de los precios del crudo ha jugado de nuevo un importante papel en el aumento de la inflación, exacerbado por un aumento mayor de lo previsto en los precios tras los cortes de suministros de refinerías después de los dos huracanes en Estados Unidos".

El riesgo inmobiliario

Pese a estas circunstancias, "los tipos de interés en la zona euro continúan estando muy bajos tanto en términos reales como nominales", indicó, añadiendo que "los gobiernos deben seguir recortando déficits a pesar del crecimiento del crudo" y "observando de cerca" el precio de la vivienda.

Así las cosas, el Banco Central Europeo decidió ayer en una reunión de su consejo de gobierno en Atenas mantener los actuales tipos de interés. Además de dejar su principal tipo director, el de refinanciación, en el 2% (está ahí desde junio de 2003), mantuvo el marginal, por el que presta dinero a los bancos, en el 3% y el tipo de depósito, que marca la remuneración del dinero, en el 1%.