La Tercera División y la Regional Preferente parará este fin de semana en señal de protesta de los árbitros contra la violencia generalizada en los campos de fútbol de Balears. Los colegiados de estas categorías, casi un centenar de ellos, se reunieron con carácter de urgencia anoche en la Balear para tratar esta escalada de violencia y para adoptar medidas al respecto. Tras más de dos horas de reunión, casi el noventa por ciento de los árbitros decidieron no vestirse de corto. «No pitaremos, ya está bien de que nos tomen el pelo», confesó uno de los presentes.

En la reunión, en la que estaba el presidente de los árbitros de Balears, Tomeu Riera, junto con varios directivos, los trencillas expusieron su enorme malestar con la actual situación de violencia y la inacción de las instituciones al respecto. Hubo momentos tensos en los que los árbitros se mostraron férreos en sus reivindicaciones. «Basta ya de violencia», se oyó en el encuentro, en contrapartida con las buenas palabras y el intento de apaciguar los ánimos del estamentos arbitral, que no era partidario de paralizar las competiciones.

Al final, la mayoría de colegiados se mantuvieron firmes en su postura de no pitar este fin de semana en Tercera y Preferente. «Estamos cansados de que no se haga nada y de que las comisiones antiviolencia no sirvan para nada. Por eso no pitaremos», señaló a este diario uno de los presentes en la reunión, que añadió: «Lo que no sabemos es si la federación nombrará los partidos o los suspenderá, pero la mayoría no pitará».

Se decidió, por el momento, no arbitrar en las mencionadas categorías al ser las más importantes, aunque según discurran los acontecimientos -el lunes volverá a haber otra reunión- el parón podría extenderse a todas las regionales e incluso al fútbol base, que se disputará con normalidad. «Lamentamos que no se puedan jugar partidos, pero la mayoría de nosotros no vive del arbitraje y no podemos sentirnos amenazados e insultados constantemente. Últimamente ir a pitar se ha convertido en una odisea», explicó otro de los que asistieron a la larga reunión. Tomeu Riera no quiso hacer ningún tipo de declaración al finalizar el acto y en tono enfadado dijo: «De mi no sabréis nada, hablad con los representantes arbitrales que os han llenado estos días las páginas de los diarios». Y se fue. Los colegiados pidieron más celeridad en las actuaciones de las instituciones, sanciones más duras, que no se sirva alcohol en los bares de los campos de fútbol y vetar la entrada a los campos de los violentos.