El futbolista mallorquín del Borussia Dortmund, Mateu Morey, vivió ayer ante el Holstein Kiel el partido más negro de su carrera deportiva. El joven jugador, de 21 años, se lesionó de gravedad cuando solo llevaba doce minutos sobre el terreno de juego en el partido de semifinales de la Copa de Alemania y que finalizó con goleada de los de Dortmund (5-0).

El de Petra, en una carrera con Finn Porath, dejó clavada su rodilla, provocando los gritos de dolor del canterano del Mallorca y del Barcelona y la desolación de sus compañeros y su técnico, Edin Terzik, que no quería ni mirar. Una espeluznante escena que afectó a sus compañeros.

El lateral derecho mallorquín salió en el minuto 62 del encuentro al campo y en el 74 una mala pisada en una carrera produjo que se doblara la rodilla en una imagen muy dura y que le hizo salir del césped en camilla. «Eso ensombrece la victoria: ver a un buen muchacho que sufre una lesión así y tiene que ser trasladado al hospital. Ojalá su familia pueda visitarlo. Ya sé que estamos en plena pandemia, pero ojalá fuera posible», dijo el entrenador Edin Terzic después del partido.