«Está a un nivel de elite». Carlos Ruiz no tiene ninguna duda de que Daniela García «va a ser olímpica». La descubrió en el Colegio Ágora cuando tenía 13 años y ha sido su entrenador hasta el año pasado, cuando dio el salto a la Residencia Blume. «De todos los niños del colegio, había dos o tres que destacaban. Cuando la vi, me di cuenta de que iba ser atleta», recuerda.

Durante años ha ido puliendo y trabajando con la joven mallorquina, que tiene unas condiciones magníficas. «No tiene desgaste. Otros atletas necesitan esforzarse más, pero ella tiene un ritmo natural, ideal para el 800 y el mediofondo», señala el técnico del Sporting Calvià y atleta veterano del Playas de Castellón, club con el que compite García. «No hace mucho volumen, no hace rodajes largos. Tiene tanta calidad que no lo necesita», explica de la mallorquina, que ahora se ejercita con Antonio Serrano en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid.

«Será corredora de 1.500 en unos años, pero necesita asentarse», agrega Ruiz, que durante los últimos años ha acompañado a la mallorquina, y a otros jóvenes atletas, a los campeonatos. «Hizo ballet y tiene una elasticidad increíble», destaca el técnico sobre las cualidades de Daniela García, y sentencia: «Tiene elasticidad, fuerza y cabeza».

Con 19 años, la mallorquina destaca por su madurez. Estudia Económicas e intenta vivir «con tranquilidad» las cosas. Quizás porque con 15 años pasó por un grave problema de salud. «A los 4 o 5 meses de salir de la UCI dijo que quería volver a entrenar. Consultamos al CSD, se le hizo un chequeo a fondo y, sabiendo que otros atletas habían pasado por algo similar y seguían entrenando, decidimos que empezara de nuevo», recuerda. «Con cuidado, sin pasarse. Y la cosa ha ido bien», sentencia Carlos Ruiz.