Después de cinco meses en silencio, ayer el Velòdrom volvió a oír el girar de las ruedas y el cuchicheo de los ciclistas. A cuentagotas fueron llegando los jóvenes pistards del programa de ciclismo del Centre de Tecnificació (CTEIB), que volvieron a entrenar en el Palma Arena. "Desde el 15 de marzo es la primera actividad deportiva que tenemos, es una noticia muy importante", afirmó Jaume Ordinas, gerente del recinto.

Los chicos y chicas del CTEIB calentaron eufóricos en un reluciente anillo. Mientras algunos de ellos se centran únicamente en el piñón fijo, la mayoría compaginan todas las modalidades. "Por norma general prueban todo. Luego se especializarán, pero todavía son muy jóvenes", explicó Toni Muñoz, de la Fundació per a l'Esport Balear, que conoce bien a los alumnos del centro deportivo. Sumergidos en plena temporada de ciclismo en ruta, para muchos se trata de un paréntesis en su preparación en carretera y no será hasta octubre cuando su actividad se concentre en el Velòdrom.

Durante el parón, la pista recibió su primera mano de pintura desde 2007, se arreglaron pequeños desperfectos y se maquillaron las gradas con numerosas pancartas que rezan "Velòdrom de les Illes Balears". Así, las instalaciones estarán a punto para el arranque de la temporada, concentrada en los tres primeros meses del año.

Las competiciones de pista siguen a la espera de las decisiones de la Federació de Ciclisme de les Illes Balears, por lo que el taekwondo será quien reinicie en octubre el goteo de torneos celebrados en el recinto. "Este 2020 no habrá prácticamente nada, se pospone casi todo al año que viene", lamentó Ordinas.