Aterrizó en enero en el Atlético Baleares y pronto Manix Mandiola le otorgó la batuta de la zaga blanquiazul. Cedido por el Racing de Santander, Óscar Gil no aterrizó con buen pie en la isla ya que una lesión le apartó de los terrenos de juego. Justo cuando iba a volver, la pandemia paralizó el fútbol, pero el defensa de Peralta no ha parado de trabajar para llegar en la mejor forma posible a los play-off de ascenso a Segunda División: "Comencé muy bien en enero, después de seis meses sin jugar, con minutos y contento por los resultados a nivel colectivo, pero cuando mejor estaba me sobrevino una lesión en el abductor. Ya me he puesto bien y tengo muchísimas ganas de que llegue el partido".

El futbolista navarro se encuentra desde el pasado martes en Marbella, donde prepara junto al resto de sus compañeros el encuentro frente al Cartagena. "Son bastante días hasta el domingo, pero es mejor venir aquí con tiempo y asimilar lo que nos vamos a encontrar. Al final el futbolista según van pasando los días va teniendo cada vez más ganas de que llegue el partido" analizó.

Gil es un experto en play-offs pese a su juventud. El defensa ha logrado dos ascensos a Segunda, precisamente uno de ellos ante el Atlético Baleares con el Racing de Santander. "Es muy bonito conseguir un ascenso. He disputado tres y he podido conseguir dos. Se vive pocas veces, pero he tenido la suerte de conseguir varios y me encantaría lograr otro con el Atlético Baleares", manifestó.

En cuanto al formato elegido por la Federación Española para la fase de ascenso, Gil ha reconocido que jugarse todo a 90 minutos puede resultar extraño para un equipo de Segunda B. "Nos hemos encontrado en una situación en la que un futbolista de Segunda o Segunda B no vivimos mucho. Debemos ser conscientes de lo que no estamos jugando en 90 minutos. Creo que los pequeños detalles marcarán la diferencia", valoró el futbolista blanquiazul.