Mejor olvidar lo antes posible lo que vivió anoche el Mallorca en el Sánchez Pizjuán. Hay motivos para sentir terror por el descenso, pero no queda tiempo para lamentarse. Los bermellones cayeron ante un Sevilla muy práctico en un partido en el que volvieron a ser víctimas del VAR, aunque eso ya no es noticia, y de sus propios errores, que tampoco lo es. Y esto deja la permanencia muy cuesta arriba, a falta de lo que haga hoy el Alavés en su duelo frente al Getafe en Mendizorroza. De momento, la salvación sigue estando a tres puntos -más golaverage-, pero el Leganés se ha sumado a esta fiesta de los horrores con su victoria ante el Valencia (1-0). De hecho, los madrileños han hecho bajar un peldaño en la tabla al Mallorca, que se ha colocado penúltimo, con los mismos puntos que ellos por el propio golaverage.

Lo peor de lo sucedido ayer es que el equipo transmitió sensaciones muy claras de impotencia, con sus hombres importantes desaparecidos, justo en un duelo en el que había que desafiar a la lógica. La realidad es que el Sevilla fue demasiado para un equipo que sufre tanto para sumar como visitante.

El plan de Vicente Moreno era tratar de sorprender a la contra, pero el problema es que esa intención jamás se trasladó al césped en los primeros cuarenta y cinco minutos. Estaba en el guion que el Mallorca tuviera poco el balón, pero lo de este domingo fue exagerado. No pudo hacer más. Le duraba dos o tres pases, como mucho, frente a un rival que tenía siempre el pie apretado en el acelerador. El ritmo de juego era muy alto. Una volea de Banega y un tiro de Lucas Ocampos, qué bueno es este jugador, fueron los primeros avisos. Pero ninguno de ellos tan claro como el doble remate de Fernando que provocó que Manolo Reina se luciera. No había noticias de Kubo, Cucho o Budimir, que tiró por la borda la mejor acción de su equipo en la primera parte. En la única ocasión en la que Dani Rodríguez ejerció de sí mismo, con una fabulosa carrera vertical, cedió para que el balcánico se mostrara lento en su ejecución y reclamara un penalti de Banega que no era. Eso sí, es inexplicable que viera una tarjeta amarilla por eso. Pero todavía es más difícil de entender la norma que condicionó el encuentro.

Reguilón remató de cabeza y el balón se dirigió a la mano de Pozo, que se estaba girando tras un centro lateral. Es evidente que fue sin querer. Cordero Vega no pitó nada en primera instancia, pero después de verlo en el VAR, señaló pena máxima. Con el reglamento en la mano es penalti, cierto, pero esta regla con las manos que ocupan un espacio es una tomadura de pelo. Moreno no se lo podía creer. De ninguna manera. Y claro, Ocampos anotó a placer en el minuto cuarenta. Esto hizo mucho daño a un Mallorca que volvía a estar, como en sus últimas salidas en San Mamés y Wanda, por debajo en el marcador por culpa de un penalti. Kubo, justo antes del descanso, probó fortuna con un cabezazo demasiado flojo.

Los baleares necesitaban dar un paso hacia adelante en la reanudación. Fran Gámez sirvió un buen centro a la cabeza de Cucho Hernández que obligó a Bono a lucirse con una soberbia parada. Fue toda una declaración de intención que se podría haber ido por la borda si Pozo, que regresó a su casa, no se hubiera mostrado rapidísimo para cortar la pelota cuando Oliver Torres se quedaba solo ante Reina. El técnico avanzó la posición de Cucho y retiró a Baba por Lago, dejando el centro del campo con Dani Rodríguez y Salva Sevilla. El panorama no cambió demasiado y después introdujo a Trajkovski y Abdón. No quedaba otra que arriesgar. Pero es tan viejo como el fútbol aquello de que más jugadores ofensivos no es sinónimo de crear más peligro. Bono solo se inquietó con tiros de orgullo de Salva Sevilla, pero poco más. Y Reina, en cambio, sí apareció con un disparo de Banega.

Hasta que un error defensivo de Pozo finiquitó el duelo. El meta local sacó de puerta, el lateral no cerró bien y En-Nesyri elevó la pelota para batir al portero de los isleños, que estaba a media salida. Un golpe terrible, que salva al Eibar y Valladolid y que todavía pone más complicada la salvación. El desenlace se conocerá esta semana. Por fin.

Sevilla: Bono, Navas, Diego Carlos, Koundé, Reguilón, Fernando, Banega (De Jong, min. 81) Jordán (Suso, min. 68), Oliver Torres (En-Nesyri, min. 63), Ocampos (Mudo Vázquez, min. 81) y Munir (Gudelj, min.68)

Mallorca: Reina; Pozo, Sedlar, Raíllo, Fran Gámez (Trajkovski, min. 71); Baba (Lago, min. 64), Salva Sevilla (Señé, min. 86), Dani Rodríguez, Kubo (Chavarría, min.85), Cucho (Abdón, min. 71) y Budimir.

GOLES: 1-0; Ocampos marca de penalti (min.40), 2-0; En-Nesyri se aprovecha de un error de Pozo (min. 84).

ÁRBITRO: Cordero Vega (Comité Cántabro). T. amarillas: Budimir (min. 36), Jordán (min. 44), Fran Gámez (min. 52), Bono (min. 66), En-Nesyri (min. 82)

T. Rojas: No mostró.