Un gol de penalti transformado por Melero en el minuto 95 cuando el Levante jugaba en inferioridad niveló el derbi valenciano en el que Valencia se había adelantado en el minuto 89 y parecía tener el triunfo asegurado. Fue un derribo de Diakhaby a Vezo que el árbitro sancionó con falta fuera del área y el VAR rectificó. El gol dejó en tablas un encuentro muy nivelado pero en el que la expulsión de Roger a un cuarto de hora del final parecía que iba a ser determinante.

Hasta el tramo final el partido fue de pocas ocasiones e incluso tuvo fases muy espesas. Estuvo marcado por la igualdad, con momentos de dominio alternativo, sin que ninguno de los contendientes se mostrara claramente superior a su ponente.

El Valencia mandó ligeramente sobre su rival en el tramo inicial del encuentro gracias, sobre todo, a sus penetraciones por la banda izquierda conducidas por Gayà frente a un Levante bien asentado en defensa y que no daba opción a su rival en sus penetraciones.

Esa fue la dinámica del encuentro hasta que en torno al ecuador del primer periodo el partido cambió gracias a que el conjunto visitante cobró más protagonismo al adueñarse del balón y jugar más cerca de la meta de Cillessen con una larga serie de córners a su favor.

Todo lo realmente importante pasó al final.En una de esas acciones, el Valencia elaboró una penetración por la izquierda y logró abrir el marcador. El Levante no se rindió, buscó la igualada y la consiguió ya en el minuto 95 del partido y desde el punto de penalti. Melero no perdonó para poner la igualada en el luminoso.