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Análisis

Viajar no es un placer

Tengo la ligera intuición de que el aficionado mallorquinista va a dejar de ver los partidos que su equipo juega fuera de casa para evitarse el sufrimiento primero y el disgusto después.

Cada salida del Mallorca lejos de la isla es un desastre y con la derrota en San Sebastián los números son escalofriantes: 1 punto de 30 disputados.

Y no solo eso, sino que ya ha sido goleado en varios como en Barcelona, Valladolid, San Sebastián o Getafe.El balance goleador es de 7 a favor y 25 en contra. Solo el empate en Vigo tiene mérito porque hasta la imagen ofrecida en campos de Leganés, Alavés o Levante fue muy pobre. El Mallorca, si quiere tener opciones de salvación, jugará ahora una mini-liga de tres partidos que pueden marcar el futuro de este equipo.

Valladolid y Alavés en Son Moix y Espanyol en Cornellà, son tres rivales a los que los bermellones tienen que ganar si pretenden cumplir el objetivo. De lo contrario no habrá salida posible del agujero, aunque no deja de ser cierto que ni Espanyol, ni Celta ni Leganés tampoco ganan sus partidos y se mantienen por debajo.

El problema será que estos espabilen porque el Mallorca lo hace muy de tanto en tanto.

¿Y los refuerzos? Eso está como cuando empezó el mercado invernal que ya se acaba esta semana. Se han ido Aridai y Alegría y solo ha llegado Pozo. Quedan días, lo que no sé si quedan son futbolistas de garantías.

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