Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

Un error de fondo y de forma

Un error de fondo y de forma

Diecisiete años hacía que el Barcelona no destituía a un entrenador. El último fue Van Gaal en 2003. Bartomeu ha resucitado de mala manera y peor gusto la época del nuñismo y del afortunadamente olvidado Joan Gaspart, que se movían a golpe de resultado. Bartomeu, un presidente que actúa a impulsos y que solo entiende del impacto de fichajes como Ronaldinho, Griezmann o De Jong, nunca ha creído en los directores deportivos, de ahí que se cargara en su día a Zubizarreta, el responsable entre otros de que Ter Stegen defienda la portería azulgrana.

Bartomeu se ha dejado arrastrar por el ruido exterior, por el run run de la calle cada vez más crítico con la gestión de Ernesto Valverde, un entrenador que abandona la entidad barcelonista con dos títulos de Liga, una Copa y dejando líder al equipo al término de la primera vuelta. Precisamente fácil no se lo ha dejado a Setién. En el barcelonismo hay una obsesión por la Liga de Campeones. Todo se fía a esta competición, y no conseguirla provoca un cataclismo que parece precipitar el fin del mundo. Todos los que exigen la máxima competición europea parecen olvidar que en 64 años de historia del torneo solo lo ha conquistado cinco veces.

Es verdad que el fútbol de Valverde no enamora. Solo en contadas ocasiones ha hecho recordar su equipo al de los mejores tiempos. Poco exigente con sus estrellas, ha caído precisamente tras ser eliminado en un torneo menor como la Supercopa en el que posiblemente ha sido el mejor partido de sus jugadores en toda la temporada. Pero la decadencia del grupo y el estigma del Olímpico de Roma y Anfield han pesado más que cualquier otra consideración, sin atender a la pésima planificación y a la ausencia de sustitutos fiables de jugadores que hace tiempo que han pasado la treintena como el mismo Messi, Suárez, Piqué, Alba o Busquets. Pretender que vuelvan tiempos gloriosos, sea con Xavi, Koeman o Setién, es de ilusos. Lo que sí han regresado son las peores formas a la hora de despedir a un entrenador, Valverde, que no se merecía semejante degradación.

Compartir el artículo

stats