Solo una tormenta de granizo que destrozó la carretera en Val D’Isere, a 22 kilómetros de la meta de Tignes, pudo parar al colombiano Egan Bernal, quien marchaba desatado, solo, desde las pendientes del Iseran hacía el maillot amarillo del Tour.

La naturaleza detuvo el ataque demoledor del joven de 23 años, que reventó la etapa y el Tour en el coloso más alto de la presente edición, por cuya cima pasó volando con 59 segundos sobre un grupo con todos los hombres de la general menos el líder, Julian Alaphilippe, que lo hizo a 2.08.

En pleno descenso se encendieron las alarmas de seguridad. La carretera quedaba inutilizada por una tormenta de granizo. La organización dio por terminada la decimonovena que empezó en Saint Jean de Maurienne y debía terminar en la estación de Tignes en la cima del Iseran. Bernal se convertía en ganador de la etapa y nuevo maillot amarillo.

Al día siguiente de batirse el récord de temperaturas registradas en Francia, el Tour se vio obligado a suspender parte de su antepenúltima etapa. Se trata de un hecho inédito en una carrera que celebra su 106 edición, pero una decisión que todo el mundo aceptó una vez que vio las imágenes de las máquinas quitanieves tratando de sacar granizo y agua de la calzada en Val d’Isere.

La decisión se conoció pocos minutos después de que los corredores pasaran por la cima de Iseran, el techo de la edición, coronado el alto por el colombiano Egan Bernal, que se había lanzado en un trepidante descenso para no ceder la renta lograda en el puerto. En aquel punto decidieron los comisarios detener los cronómetros y, aunque no proclamaron al colombiano ganador de la etapa, sí contaron los tiempos para la general, lo que le valía para vestirse de amarillo.

Pero ni él ni sus perseguidores tenían esa información, por lo que se lanzaron a su caza, para recuperar el minuto cedido en la cumbre por Geraint Thomas y Steven Krujswijk y los dos del líder, el francés Julian Alaphilippe, que veía perder un reinado que ha durado 14 jornadas.

Los organizadores pararon el descenso que se dirigía hacia una pista de patinaje y decidieron que los tiempos fueran tomados en la cima de Iseran, aunque no declararon a ninguno vencedor de etapa. Alaphilippe, con cara de pocos amigos y aún de amarillo, se mesaba los cabellos, certificando un día negro para el ciclismo francés, que antes había perdido a Pinot. Y Bernal, sonriente, sabiendo que iba a ser líder, sonreía en el auto del Ineos. Landa y Quintana, bien abrigados, empezaban a echar cuentas a buen recaudo. Queda solo un cartucho. Hoy se disputa la vigésima y penúltima etapa entre Albertville y Val Thorens.Enric Mas se queda con las ganas de ayudar a Alaphilippe

La fatiga pasó factura al ciclista mallorquín Enric Mas, quien inició la décimo novena etapa del Tour de Francia a un grandísimo nivel en la Grande Boucle, pero que se fue desinflando con el paso de los kilómetros y no pudo ayudar, durante la segunda mitad de carrera, a su compañero de equipo Julian Alaphilippe. Enric Mas no pudo acompañar al ciclista francés, tras ceder ante el empeño del Ineos en el último puerto de monstaña. El artanenc perdió contacto con el grupo de favoritos y solo pudo consolar a su compañero de equipo, al finalizar la etapa, tras perder el maillot amarillo a favor del ciclista colombiano Egan Bernal, actual líder de la general. Enric Mas ocupa la vigésimo tercera posición en la clasificación, a falta de dos etapas para finalizar la ronda francesa.