Santos Márquez, conocido representante de futbolistas, ha sido declarado culpable por la Audiencia de Palma de un delito de estafa agravada. Por ello, tendrá que cumplir una condena de cuatro años y un día de cárcel, por unos hechos que están directamente relacionados con la negociación que gestó para que Iker Casillas fichara por el equipo de fútbol del Oporto. El acusado fue denunciado por su antiguo socio, representado por el abogado Jaime Campaner, y el tribunal da la razón a la acusación que sostenía que había sido engañado por el representante de jugadores. Además de la pena de prisión, Santos Márquez también tendrá que indemnizar a su antigua empresa Mallorca Viva con la cantidad de 115.425 euros, que corresponde a la comisión por el fichaje del guardameta internacional.

Este fichaje se realizó en el verano del año 2015. En esas fechas el acusado trabajaba para una empresa, que tenía a medias con otro socio. En la operación hizo creer a su socio que varios equipos de EE UU estaban interesados por Casillas. Sin embargo, quien le fichó fue el equipo portugués, que abonó la comisión a una empresa que Santos Márquez había creado poco antes, quedándose con todo el dinero, sin dar cuenta a su antiguo socio.

El tribunal rechaza la versión del acusado, que dijo que ya no estaba vinculado con la empresa.