Augusto Fernández va a dar mucho que hablar. El piloto mallorquín firmó ayer el quinto mejor tiempo de la parrilla de Moto2, a dos décimas de los tiempos de podio, pese a empezar el Gran Premio de Catar desde la décima posición. Augusto fue el mejor español de la categoría intermedia, por delante de Álex Márquez, que finalizó séptimo, y de Xavier Vierge, que fue décimo.

En el año en el que piloto del equipo Flexbox HP 40 correrá por primera vez de principio a fin el Mundial, el italiano Lorenzo Baldassarri, compañero de equipo de Augusto, se impuso en una carrera que dominó prácticamente de principio a fin, aunque terminó ganando agónicamente a un incansable Thomas Luthi.

Baldassarri se convirtió en el primer líder del campeonato y fue el primer ganador de una categoría que en esta campaña estrena los nuevos motores Triumph, relevo de los de Honda. Tras la emoción, habitual, vivida en el estreno mundialista con Moto3 y sus más de diez pilotos peleando por el triunfo, la de Moto2 se guardó su emoción para los últimos giros, gracias principalmente al veterano Luthi, que supo ir remontando para inquietar hasta el final a un Baldassarri, que acabó ganando por un suspiro de 26 milésimas después de haber controlado toda la carrera.

El italiano rompió rápidamente la carrera y abrió muy pronto una buena brecha sobre sus perseguidores, encabezados por el alemán Marcel Schrotter y el australiano Remy Gardner. Por detrás Luthi, el más veterano de la parrilla de la categoría, iba a gran ritmo hacia los puestos cabeceros. El suizo, finalmente, fue la gran amenaza para un Baldassarri que manejaba perfectamente la situación y que no dejaba que nadie se le acercase salvo el helvético.

En el mano a mano en las últimas curvas, el suizo logró entrar en la recta por delante, pero Baldassarri hizo el último movimiento ganador para llevarse el triunfo de forma ajustada y sumar su segunda tercera mundialista.