No solo se ha convertido en la gran amenaza de Rafel Nadal para desbancarle de la segunda plaza en cuanto a grandes títulos se refiere, sino también de Roger Federer. Novak Roger FedererDjokovic ya suma quince títulos con el obtenido ayer, por diecisiete del mallorquín y los veinte del suizo.
Ahora mismo, no aparece nadie en el horizonte capaz de desbancar al número uno, pletórico, sin ningún rival que le inquiete, ni tan siquiera el mejor Nadal, o eso parecía hasta la final de ayer.
Djokovic, como en su día Nadal y también Federer, ha regresado a la cima después de superar una grave lesión de codo que le dejó maltrecho y que le obligó a atravesar una larga travesía del desierto. En ausencia del balcánico, el suizo y el mallorquín se repartieron de forma consecutiva seis títulos grandes -Federer, Australia 2017 y 18 y Wimbledon 2017, y Nadal, Roland Garros 2017 y 18 y US Open 2017-, hasta que Djokovic rompió esta hegemonía en julio del pasado año cuando triunfó en la hierba de Wimbledon. Una victoria que le impulsó en el circuito porque, ya como número tres, un mes después se impuso en Cincinnati y, en septiembre, en el Abierto de Estados Unidos. Djokovic volvía a reinar.
Con su séptimo título en Australia supera ya al norteamericano Pete Sampras en entorchados grandes, quince por catorce. La diferencia con respecto a Nadal y Federer se recorta de manera importante, y si el serbio es capaz de mantener su privilegiado estado de forma, la amenaza es más que evidente.
A favor de Djokovic juega que es el más joven del triunvirato, 31 por los 32 de Nadal y los 37 de Federer. Conquistado el primer grande del año, Djokovic es favorito en Wimbledon y en el US Open, donde defenderá los títulos del año pasado, y es claro aspirante a Roland Garros, pese a que el gran favorito siga siendo Nadal. De hecho, y visto el estado de forma de Djokovic, la cita parisina se convierte en la única opción clara del mallorquín de aumentar su palmarés en los grandes y acercarse a los veinte títulos de Federer. Para seguir aumentando su cuenta de títulos de Grand Slam, Nadal deberá mejorar mucho sus prestaciones y su condición física -de la que hizo mención tras la final de ayer- para plantar cara a un Djokovic que hoy en día parece imbatible, como ya lo fue en 2011.
El número uno afrontará Roland Garros el próximo mes de mayo con el aliciente de conquistar los cuatro grandes de forma consecutiva. Campeón en Wimbledon y US Open el año pasado y de Australia ayer, Djokovic intentará el pleno en París, donde ha ganado una sola vez, en 2016, cuando se impuso en la final a Andy Murray en el año en que Nadal renunció después de superar la segunda ronda por una lesión en su muñeca izquierda. Nole ha perdido dos finales en París ante Nadal, en 2012 y 2014, y al año siguiente el serbio ganó por primera y única vez al mallorquín en el Bois de Boulogne, en cuartos de final. Y quiere repetir la historia.
