Figura singular la de Don Damià Seguí, por lo que representó para el voleibol balear en general y el mallorquin en particular, sin olvidarnos de los muchos éxitos conseguidos a nivel nacional e incluso alguno internacionalmente, siendo finalista de la Copa de Europa y quinto clasificado en la Copa Mundial de Clubes disputada en Brasil.

Sin duda, ha sido un hombre fundamental para la práctica y promoción del voleibol. Además fue un pionero del deporte de elite en Balears. Sí, ahora tenemos grandes figuras del piragüismo, el tenis, motociclismo, vela, triatlón, futbol femenino, de ciclismo femenino, del baloncesto, gimnasia, tiro olímpico, futbol sala y tantas otras disciplinas deportivas, pero es que antes me atrevería a decir que solo habíamos destacado en ciclismo (pista), con el gran Guillem Timoner, y en la pesca submarina con Josep Amengual, y poco más. Estábamos a años luz de lo que Balears es hoy en muchos deportes de primer nivel. En los años de los primeros éxitos del voleibol, por poner un ejemplo, el Real Mallorca estuvo en dos ocasiones en Tercera División y a punto de desaparecer, lo que aún hacía más grande la proeza de Damià Seguí codeándose con los mejores de Europa.

Vino con el Son Amar en los años 70 y tantos y no descansó hasta que ganó todo lo que quiso. Veinte años después se fue cansado de muchas cosas, pero especialmente de recibir pocas ayudas y poca gente que reconociera su gran trabajo realizado con jugadores de elite, muchos de ellos de la selección española o de otros países.

Damià era un ganador nato convencido y volvió cuando quiso. Empezó desde abajo, subiendo categorías hasta volver a lo más alto del voleibol nacional. Su última etapa fue con el Can Ventura, hace apenas dos años, en donde el mismo año ganó la Superliga y la Copa de España tras ascender desde Regional.

Hizo historia como un gran mecenas, clave como impulsor del voleibol de elite. Fue lo máximo.

Otro de los méritos que tuvo, no solo que le gustara y le dedicara tiempo al amor de su vida, el voleibol, sino que además ponía dinero, mucho dinero para traer a los mejores y triunfar.

De él podrán decir lo que quieran, pero lo que nadie puede poner en duda es que fue el mayor patrocinador de la historia de todo el deporte balear, no como algunos que presumen de lo que no han hecho.

Mis más sinceras condolencias a familiares y amigos de este hombre que supo llenar pabellones. Ole, Ole y Ole Don Damià ¡¡Descanse en Paz !!