Marcos Dreyer siempre ha dicho que Jordi Ramón es el "octavo titular" de su equipo. El joven receptor solleric llegó este verano con el cartel de líder de la segunda unidad de mallorquines del Urbia Voley Palma.

Con el paso de las jornadas, su crecimiento en la temporada de debut en la máxima categoría le permitió cuajar el pasado sábado en Na Capellera su mejor actuación con 30 puntos en la remontada palmesana en el derbi.

El técnico brasileño halló soluciones en el jugador de 19 años como lo hizo en la quinta jornada frente a Unicaja Almería cuando terminó con 14 puntos a pesar de la derrota en cuatro sets. Siete días después, Dreyer le ofreció la titularidad frente al San Sadurniño conectando 10 puntos más en los dos primeros sets.

Ramón tiene a dos referentes en las posiciones de ataque como Carlos Jiménez y el decano de la plantilla Renzo Cairús. Tras su estelar actuación en Manacor, el mallorquín ya les adelanta en el ránking de receptores de la máxima categoría situándose en la cuarta posición con 8 puntos de bloqueo, 16 de saque y 46 en ataque en 21 sets disputados hasta la fecha.

Bendito problema para Dreyer tener que escoger entre tres puntas con óptimo rendimiento. El entrenador sudamericano siempre ha alabado "al mejor jugador de la selección de su edad", cuando jugaba en Palencia, como un proyecto de futuro que está asentándose como presente.