Sergi Roig, regatista de Vela Adaptada del Club de Vela Puerto de Andratx (CVPA), recién aterrizado en Mallorca de su viaje a Rusia declaró que el presidente, Vladímir Putin se siente "orgulloso de que una persona rusa fuera a las Olimpiadas de Brasil". El dirigente le trasladó estas palabras durante la sobremesa que se celebró en el Gran Palacio del Kremlin (Rusia). "Mi padre estaba sentado en la mesa presidencial y yo estaba en la de al lado. Putin se me acercó y me dijo que estaba muy contento de que una persona como yo haya superado todos los problemas que he tenido. Por suerte, siempre he tenido una familia que me ha ayudado en todo", señaló el campeón paralímpico de vela.

El encuentro entre Sergi Roig y Putin se produjo en el Gran Palacio del Kremlin, un edifico histórico que maravilló al regatista. "Me quedé asombrado con el Kremlin. Las paredes de este edificio histórico hablan por sí solas. Me invadió una sensación de pequeñez, no solo por estar en este impactante recinto, sino también por estar rodeado de gente tan poderosa", manifestó.

El regatista volvió a su tierra gracias a un homenaje que le hacían a su padre, Sebastià Roig, por su gran labor en la ONG Infants del Món, que se centra en ayudar a niños de Rusia. Entre esos niños está Sergi, nacido en Tomsk y que vino a Mallorca cuando solo tenía dos años. "Mi pueblo está a seis horas en tren de Moscú. No recuerdo nada de Rusia, pero sí que esta experiencia ha sido gratificante. Este país es muy grande y creo que no hay ningún sitio que sea tan espectacular. Algún día volveré, pero esta vez en lugar de ir a Moscú iré a Tomks", añadió.

Los Roig estuvieron en Rusia en el puente de Todos los Santos. "Los rusos son muy fieles y las Catedrales, además de ser preciosas, están llenas de gente. Conocí también a Ciril I, patriarca ortodoxo de Moscú y de toda la nación. Es tan importante como Putin", apuntó.

Roig comentó entre risas que uno de los momentos más graciosos fue cuando se le pinchó la silla de ruedas. "El jefe mecánico del taller estaba muy nervioso porque sabía que al día siguiente nosotros nos reuníamos con Putin. En lugar de un taller parecía un quirófano, todo el rato entraban y salían mecánicos. Estaban nerviosos, y cuando la arreglaron el responsable le dijo a mi padre: soy John, dígale a Putin que he arreglado la rueda", aseguró el regatista mallorquín.

A pesar de lo fascinante que fue Rusia para Sergi Roig, el regatista confesó que no viviría en este país. "Rusia es especial y me gustaría estar ahí una temporada para conocerlo a fondo. Pero es en Mallorca donde tengo a mis seres queridos cerca", afirmó.