Diario de Mallorca

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El rincón de pensar

Rozando las tragedias

Fue un domingo de sobresaltos. En Son Moix por la lesión aparatosa de Xisco Campos y en Motorland por la caída de Jorge Lorenzo en la primera curva del Gran Premio de Aragón

Las circunstancias extradeportivas, en forma de lesión, han estado a punto de protagonizar negativamente una jornada en la que los resultados tampoco han sido positivos, pero que han pasado por un momento a un segundo plano.

Primera derrota

El Mallorca cosechó su primera derrota liguera en Son Moix, escenario que había convertido en un fortín con tres victorias, dos en Liga y una en Copa, en las que no se había encajado un gol. Ayer fueron tres las veces que Manolo Reina tuvo que ir a recoger el esférico de sus redes, pero lo más importante fue la lesión de Xisco Campos tras una disputa aérea de un balón con el albanés Manaj, que provocó la alarma. Unos larguísimos minutos de asistencia al jugador, la entrada de una ambulancia al estadio, para finalmente resolverse todo con la retirada de Xisco, con un traumatismo cranoencéfalico que le obliga a estar 24 horas en observación. Para el otro implicado en la jugada no hubo sanción, algo que parece discutible. Esta decisión del árbitro fue algo que tuvo después consecuencias a lo largo del partido, y ninguna de ellas buena para los intereses rojillos. El vasco Sagués Ozcoz no solo no sacó cartulina alguna a Manaj sino que mostró una amarilla a Salva Sevilla por protestarle la acción. Fue también esa decisión, aunque no sirve de excusa, la que enervó los ánimos de Raíllo, que quiso tomarse la justicia por su mano y acabó expulsado, cercenando cualquier posibilidad que pudiera tener el Mallorca de recomponer el resultado. Esa falta de temple, de saber estar y de no protagonizar acciones duras innecesarias, es algo que, tanto en el central como en Abdón, ausente ayer, deberían corregir para no dejar reiteradamente en inferioridad numérica a sus compañeros. La derrota jugando ante un rival bien plantado como fue ayer el Albacete era una consecuencia lógica.

Conducción temeraria

Así habría que calificar la forma en la que Marc Márquez se comportó en la salida del Gran Premio de Aragón, lo que tuvo como consecuencia la caída en la primera curva de un Lorenzo que había salido desde la ‘pole’. El catalán cerró de tal forma al mallorquín que este no pudo hacer otra cosa que salirse de la pista. En lo físico, el mallorquín ha acabado con un dedo luxado y con la rotura del metacarpiano de otro, pero en lo anímico ha provocado un enfado con quien será su compañero de equipo el próximo año y que puede dejar en nada la guerra que hubo entre Rossi y Lorenzo si Márquez no se disculpa. La acción del catalán también queda en la retina de los pilotos, que ya saben cómo se las gasta el de Repsol con tal de ganar la carrera. Lorenzo ha exigido unas disculpas de Marc y si este es inteligente se las debe hacer llegar cuanto antes.

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