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Minuto 91

Domingo de campeones

Mario Mola y Enric Mas han sido los nombres del fin de semana, con el tercer título mundial para el triatleta y la segunda plaza del podio de la Vuelta para el ciclista

Enric Mas, a la derecha, junto al vencedor, el inglés Sean Yates, y el colombiano Miguel Ángel López. Efe

Ni Messi, ni Ronaldo, ni Real Madrid ni Barcelona, ni fútbol ni tenis. Los nombres propios del fin de semana han sido Mario Mola y Enric Mas, los dos mallorquines, el primero campeón del mundo de triatlón por tercer año consecutivo y el segundo, a sus escasos 23 años, segundo en la Vuelta Ciclista a España. Dos gestas que hay que valorar como se merece.

Mario Mola hace tiempo que es el mejor triatleta, tanto como tres años, cuando conquistó su primer título al suceder al mítico Javier Gómez Noya. Desde 2016, año en que pinchó en uno de sus grandes objetivos, los Juegos de Río, no sabe qué es bajarse del podio. A sus 28 años, le queda cuerda para rato. Aunque no lo confiese públicamente, quiere convertirse en el primer triatleta de la historia en conquistar cuatro títulos consecutivos y en igualar a su admirado Gómez Noya, rival pero amigo por encima de todo, con sus cinco títulos mundiales. Mola es la modestia personificada. Con la humildad por bandera, sabe que esto es deporte y que, igual que ahora le toca ganar, algún día le tocará bajarse de lo más alto del podio.

No se hace justicia con Mola, campeón de un deporte difícil de seguir, sin el aura de otros, pero de una dificultad extrema, en la que has de ser el mejor en la combinación del ciclismo, atletismo y natación. En suma, un deportista completo. Mola lo es. El mejor. Y aunque sea por unos días, se merece todos los honores. Los de un campeón de leyenda.

Enric Mas no ha hecho más que confirmar en esta Vuelta a España todo lo que venía apuntando y lo que predecían los que siguen día a día el ciclismo. El corredor de Artà, finalmente segundo, se ha quedado a un palmo de la gloria, que le llegará más pronto que tarde. Lo que ha quedado claro es que es presente y futuro del ciclismo español. Formado en la Fundación Alberto Contador, el ganador de todas las grandes ya hace tiempo que le pronosticó un futuro esplendoroso. Ambicioso como pocos, Mas ya sueña en correr la próxima edición del Tour. El artanenc ha demostrado ser un corredor completo, buen contrarrelojista y escalador. Los que le conocen aseguran que el éxito no se le subirá a la cabeza. Sin duda, un buen punto de partida para alcanzar todo lo que se proponga, que debe ser mucho.

El Mallorca cosechó ayer su primer empate de la temporada, con un punto de suerte, porque si de un combate de boxeo estuviéramos hablando, el Elche habría ganado a los puntos, por intención y por ocasiones. Moreno, el artífice de la resurrección del Mallorca, ha convertido al equipo en una roca, muy difícil de batir. Suerte al margen, que ayer la tuvo, y mucha, el equipo rojillo sobresale por su actitud y por no rendirse nunca. Tiene las ideas claras y sabe a lo que juega. La nota negra de la jornada es, de nuevo, la expulsión de Abdón Prats en una acción absurda que se podría haber ahorrado. Con una tarjeta en el zurrón, no puede exponerse ante las narices del árbitro de la forma en que lo hizo. Con todo, el inicio del Mallorca es más que digno, con diez puntos en las cinco primeras jornadas que muy pocos no hubieran firmado antes del inicio de la temporada. Toca pensar en el Albacete.

Nervios en Son Malferit. Llueve sobre mojado en el Atlético Baleares. Si caer ante el modesto Ejea la semana pasada ya puso de los nervios a más de un directivo, tras el nuevo tropiezo de ayer ante el Sabadell la situación sube de temperatura. Ya hay apuestas sobre cuánto le queda al bueno de Mandiola. Injusto a todas luces.

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