Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Álex Abrines: "Soy muchísimo mejor jugador que el que era antes de viajar a Estados Unidos"

Tras dos temporadas en la NBA, el mallorquín está "preparado para cumplir el año de contrato" que le queda

Álex Abrines, ayer en Muro, donde tendrá lugar el Campus que lleva su nombre. b. ramon

P Antes de nada, ¿cómo se encuentra de la operación a la que se sometió hace unas semanas?

R Bien, la verdad es que muy bien, estoy en la fase final de la recuperación. Era una hernia y empecé a hacer vida normal a los diez días de la operación. Ya solo me queda el tramo final para encontrarme al cien por cien.

P Se hablaba de seis semanas de recuperación, ¿eso le impide llegar a las ventanas FIBA?

R Llegaba muy justo, tanto por mí como por poder aportar lo que toca a la selección. Por desgracia hemos decidido quitar mi nombre de la lista. Tenemos la suerte en España de contar con jugadores jóvenes con mucho talento, así que estoy seguro de que todo irá muy bien.

P ¿Quien paga manda?

R Sí, pero no es una decisión en la que haya apretado mi club, fue algo mío. Al final lo importante es estar sano, no veía muy normal tener que ponerme a entrenar a tope tras una recuperación, pudiendo llevar mejor los tiempos de la misma.

P ¿Ha tenido que convivir con el dolor esta temporada?

R Tuve una rotura pequeña de fibras en el abductor sobre diciembre, algo que me impidió jugar dos partidos, pero seguí compitiendo con dolor. Al cabo de un mes se me fue y cuando ya solo quedaba mes y medio para finalizar la temporada volví con los dolores. Me irradiaban hacia la zona del pubis y la cadera y decidí aguantar realizando entrenamientos sin contacto. Cuando ya acabó la temporada, el especialista optó por operar, era la mejor forma de acabar con el dolor.

P Parece que siempre hay algo que se interpone entre usted y la selección.

R Después de lo que me pasó el último verano, que tuve que dejar la concentración en esas circunstancias, parece que llevo una espina clavada. Tengo ganas de tener un verano en el que todo salga bien, poder vestir la camiseta y darle a España lo que se merece.

P Se presenta un verano tranquilo y especial por muchas cosas.

R Bueno, tranquilo no es el adjetivo que usaría (ríe). Mi pareja y yo nos casamos y este último mes en la isla viene cargado de reuniones, tomas de decisiones y no puedes imaginar cuántas cosas más. Es verdad que llevábamos tiempo prometidos, por lo que está todo bastante encaminado, pero cuando pisas la isla te das de bruces con la realidad. Ultimar los detalles, la lista de invitados, la colocación de las mesas? Es todo un estrés.

P Es de los novios a los que no se le escapa un detalle.

R Durante el año me he limpiado un poco las manos y ha sido más mi futura mujer la encargada de todo, obviamente yo estaba viajando y no tenía mucho tiempo, aunque he de decir a mi favor que desde allí intentaba ayudar en lo que podía. Ahora que he llegado a la isla ya no puedo escaparme, estamos al cincuenta por cien.

P Se casa el 14 de julio y el 15 empieza la primera edición del Campus Álex Abrines

R El calendario aprieta (ríe). La luna de miel la hemos tenido que aplazar al mes de agosto, porque también tenemos otro compromiso dos semanas después. Ese mes lo teníamos libre y decidimos que era la mejor forma de aprovechar el verano.

P ¿Cómo surge la idea del Campus? Su madre es una de las principales precursoras.

R Llevábamos ya varios años con la idea, pero con los compromisos de la selección el tiempo primaba y se hacía complicado. Este verano era el momento idóneo, había tiempo y sobre todo ganas. Mi madre se movió junto a Toni Martorell, que es el director, para organizar todo. Se han encargado de encontrar las mejores instalaciones, con piscina y espacios para poder practicar otros deportes. Les debo todo a ellos.

P Otra cosa no, pero Mallorca en cuestión de campus, cuenta con sobrada experiencia.

R Es verdad que es una pasada. Hay jugadores como Rudy Fernández que tienen el suyo hace ya muchos años asentado. A la hora de organizarlo fue algo en lo que nos fijamos, evitar sus fechas para no robarle todos los niños (ríe). Pero creo que todo lo que sea la práctica y el fomento del deporte es algo positivo.

P En su Campus el baloncesto

R Tenemos un par de sorpresas preparadas. Alguna excursión a la playa, montaremos colchonetas hinchables en la piscina para que disfruten los niños y los no tan niños. Por supuesto también contaremos con la ayuda de algunos jugadores profesionales, ya han confirmado su presencia tres y estamos pendiente de un último que vendrá a la boda, pero le han surgido algunos problemillas en Estados Unidos y no sabe si podrá asistir también al Campus.

P Harán pack completo. Vacaciones en Mallorca, boda de Abrines y monitor del Campus.

R Lo tengo todo muy bien pensado, están muy bien engañados. Una vez les tenga aquí ya les llevo donde quiera.

P Aparcando el verano, ¿cómo ha sido la temporada de los Oklahoma Thunder City? .

R Ha sido una campaña llena de altibajos, sobre todo al principio lo pasamos muy mal. Traer dos superestrellas como Paul George y Carmelo Anthony y juntarlos con Russell Westbrook, que ya estaba en el equipo, fue difícil. Jugar como equipo, conocernos y saber qué nos hacía falta a cada uno costó un poco. Creo que podíamos haber llegado más lejos, pero Utah jugó mejor baloncesto que nosotros en los play-off y fue justo vencedor.

P ¿Y personalmente?

R Un poco como el equipo, ha sido una temporada cargada de altibajos también en lo personal. Las molestias en diciembre, cuando probablemente el equipo estaba mejor, me hicieron perder el ritmo, pero ha sido un final de temporada bueno. En los play-off di pasos adelante, en anotación es difícil estar excelente, pero al perder a Robertson, destaqué algo más en defensa.

P Ha sido su segunda temporada en la NBA, ¿está totalmente adaptado?

R El cambio cuesta. El primer año lo dedicas a conocer tu cuerpo, ver cómo es capaz de aguantar la carga de partidos, entrenos y viajes que hay en esa competición, pero esta segunda temporada todo ha sido más sencillo. Ya no existe el conocido muro del 'rookie' que se da en diciembre, en el que la campaña se te hace eterna. Supongo que conoces tu cuerpo y te preparas mejor, vives de otra forma para aguantar hasta el final de la temporada.

P ¿Es tan grande el salto de la ACB a la NBA?

R Hay muchísimas diferencias, sobre todo en la explosividad y la rapidez de los jugadores. En la NBA hay poco juego de equipo, algo que se potencia mucho más aquí en Europa. Ese es el pan de cada día.

P ¿Se ha arrepentido alguna vez de marcharse de España?

R La verdad es que no. Hubo momentos complicados, sobre todo durante el primer año, en el que ves que lo das todo y aún así no cuentas para el míster, entras en un bucle del que solo puedes salir cuando el entrenador vuelve a confiar en ti. Mentalmente eso fue algo difícil, pero siempre he sabido esperar mi momento, ya lo hice en Málaga y también me tocó en Barcelona.

P ¿Veremos a un Abrines diferente la temporada que viene?

R Es evidente que he sufrido una gran evolución en los dos últimos años. Soy muchísimo mejor jugador que el que era cuando salí de Barcelona y eso es fruto de los entrenamientos que se realizan en la NBA. Cada día te dedicas media hora solo para ti, con uno o dos entrenadores personales. Es lo bueno que tienen en Estados Unidos. En España solo se prima el entrenamiento grupal y eso te corta las alas como jugador.

P ¿Todavía queda Abrines para rato en la NBA?

R Ahora mismo estoy muy a gusto y me gustaría quedarme allí, Oklahoma es mi prioridad. Me siento preparado para cumplir el año de contrato que me queda. Pero en un futuro no descarto volver a la ACB, no me cierro ninguna puerta, y si es al Barça, mejor. He visto pocos ambientes como el que he vivido en el Palau.

P ¿Y la vida en Estados Unidos?

R En cuanto al idioma iba preparado, porque en el Barça jugaba con muchos jugadores extranjeros, pero lo de la comida lo he llevado bastante peor. Echo muchísimo de menos la gastronomía española. Cuando mis padres o mis suegros vienen a visitarme, si quieren dormir en casa, les exijo que me traigan Quelitas y café, lo del café allí es tremendo. La ciudad no es la mejor de Estados Unidos, pero allí el baloncesto es el deporte rey y la gente está muy involucrada. De repente ves que los vecinos te ayudan, te invitan a comer, es como un pueblo muy grande, pero todo muy familiar.

P Desde allí, ¿ha seguido la actualidad de equipos como el Bahía San Agustín?

R Creo que están haciendo un trabajo excelente, a pesar de lo que han sufrido este año para salvar la categoría, yo también lo he sufrido. Tengo un amigo que es mi fisio personal y que el año pasado empezó a trabajar con ellos, no descarto que sea culpa suya cómo han acabado la temporada (ríe). El caso es que él me iba contando y es verdad que aunque lo han pasado mal se trata de una liga muy complicada. Es positivo para el baloncesto balear que haya un equipo en LEB Oro, porque abre la puerta a muchos jugadores de la isla.

P En unos días Son Moix acogerá dos amistosos de la selección femenina.

R Es algo que llevamos tiempo pidiendo para la masculina. Al final ha habido muchos años en los que un 25% de la selección éramos jugadores de las islas y piensas, tráelo a casa ¿no? La gira se va por toda España, pero parece que nunca piensan en Mallorca. Ahora que serán las chicas y Alba (Torrens) quienes disputarán dos partidos en Son Moix me parece algo muy bonito. Aprovecharé para acercarme y meterle algo de presión a Jorge (Garbajosa) para que también piense en nosotros.

P Y hablando de deportistas de la isla, ¡qué locura lo de Nadal!

R Rafel es, cada día, un ejemplo de superación, un ejemplo, no solo para los tenistas sino que para todos los jóvenes deportistas. Es un orgullo que sea mallorquín.

Compartir el artículo

stats