En el trote balear no hay entrenador con éxito que no disfrute de la colaboración entregada y constante de un veterinario especializado en caballos. Un fenómeno, cada vez más popularizado, que se ha convertido en un requisito indispensable en los últimos años y que se acentúa cuando se preparan las principales carreras del calendario. Especialmente en el caso del 'Gran Premi Nacional', la gran clásica que disputan potros y potras nacionales de tres años. Una edad todavía de crecimiento y de máximo desarrollo físico para los jóvenes équidos.
De esta forma, la trascendencia de la labor de los profesionales de la salud animal se incrementa año tras año sobre la especial preparación que se dispensa a los principales protagonistas del 'Gran Premi Nacional'.
En la mayoría de los casos, los veterinarios -un grupo muy reducido y especializado- a los que se solicita sus servicios para coordinar la preparación y cuidar de la salud de los caballos suelen velar especialmente -con puntual periodicidad- para preservar los 'correctos' niveles y valores sanguíneos de los aspirantes a disputar la competición que en esta ocasión alcanza su 85 edición.
Otra labor para lo que son muy solicitados cuando la temporada entra en la estación primaveral es para encargarse de realizar las infiltraciones destinadas a combatir dolencias y molestias en extremidades u otras partes de los caballos. Ya sean de carácter oseas o de origen muscular.