El Mallorca sigue sin jugar bien pero en la Ciudad Deportiva del Villarreal supo aprovechar su momento, un penalti a favor en la última jugada de la primera parte. En cuanto al penalti no hay duda del derribo del portero amarillo que intentó solventar un error garrafal propio ante Salva Sevilla. Aridai desde los once metros anotaba el empate a uno pues ya se había adelantado el filial del Villarreal en otra primera parte terrible de los mallorquinistas, una vez más lentos, apáticos y erráticos a más no poder. El empate, el descanso y una buena salida en la segunda mitad recuperaba a un Mallorca más reconocible que luego se vio superado de nuevo en el juego aunque no en el marcador gracias, una vez más, al portero Reina que salvó tres acciones que eran de gol. Este empate permite al Mallorca mantener la distancia de ocho puntos con su perseguidor, el propio Villarreal B en lo alto de la tabla, y con solo nueve partidos por delante. Por su parte, el Atlético Baleares se reencontró con la victoria. Hacía mucho tiempo, demasiado. Los blanquiazules ganaron su segundo partido de la temporada en casa ante un desahuciado colista, el Deportivo Aragón que cayó por 2-0 en Son Malferit. No sé si es tarde o si da tiempo a que este resultado provoque una reacción de los balearicos. Alrededor suyo también hay que mirar y perdieron los vecinos de las islas, Peña Deportiva y Formentera aunque ganaron el Peralada y el Llagostera, así que al Baleares, como al Mallorca, le queda todavía mucho que remar, y digo también el Mallorca porque ante el mal juego y la irregularidad de sus resultados (ya son tres partidos seguidos sin ganar) habrá que esforzarse para mantener las distancias y asegurarse el primer puesto. Los objetivos son muy dispares pero los esfuerzos no son gratuitos, ni por la parte de arriba de la tabla ni, por supuesto, por la parte de abajo, mucho más apretada.
