Joan Mir tiene cara de campeón. De campeón del mundo de Moto3. Ayer, como casi siempre, era la viva imagen de la felicidad en la sala de prensa del Palma Arena donde cada miércoles después de una carrera comenta sus impresiones. Asegura que no ha pensado todavía cómo celebrará el título de campeón del mundo, que puede producirse el próximo 15 de octubre en Japón -aventaja en 80 puntos al segundo, el italiano Romano Fenatti- porque "no soy mucho de celebraciones, pero si gano el Mundial cambiaré y lo celebrará como se merece", dijo.

Mir, que en Alcañiz, en el Gran Premio de Aragón, conquistó su octava victoria de la temporada, afronta con tranquilidad su primera pelota de partido para proclamarse campeón del mundo. "Con mi victoria en Aragón se ha puesto un poco más de cara el campeonato. Lo teníamos bien, pero ahora mucho mejor", comentó, hablando siempre en plural para integar en los éxitos a los miembros de su equipo, algunos de los cuales escuchaban atentamente en la sala de prensa. "La victoria fue importante, pero también nos ha ayudado el décimo puesto de Fenatti", dijo, sincero.

Mir fue sancionado por Dirección de Carrera por unas maniobras consideradas ilegales, un castigo que le obligará a partir seis puestos por detrás del que realmente quede en las sesiones de entrenamiento. "No me afecta mucho porque en esta categoría salir entre los diez primeros siempre está bien y te permite estar con los de delante. Lo hice porque todos los hacían, no he inventado nada nuevo. Respeto la decisión de Dirección de Carrera, pero no la comparto", afirmó.

Mir, con una sonrisa permanente en el rostro, tiene una explicación a su dominio total durante todo el Mundial. "Todas las victorias tienen sin duda un gran valor para explicar dónde estoy, pero no hay que olvidar las carreras en que no iba tan bien y hemos sacado las castañas del fuego, como en Austin o Misano".

No ha visualizado todavía el piloto mallorquín qué carrera espera en Motegi y si los nervios típicos de carrera aumentarán por la posibilidad de proclamarse campeón del mundo: "He de hacer una carrera como hasta ahora. No me he de volver loco. Es verdad que después de Aragón me he quitado mucha presión. A lo mejor, según cómo se dé la carrera, me conviene puntuar y pensar en el siguiente gran premio. Lo que tengo claro es que he de disfrutar encima de la moto. Si disfrutas, todo sale bien", argumentó el piloto de Leopard.

Respecto a que ya se haya hecho un nombre en el 'paddock' y que muchas le vean como el próximo piloto español que se puede codear con los Márquez, Lorenzo, Pedrosa, Viñales y compañía, Mir admite que le "gusta" que le digan esto. Supongo que esta percepción aumentará cuando suba de categoría. Es una satisfacción ver tu nombre junto a estos pilotos".

Pese a que ya es oficial su cambio a Moto2, Mir no se muestra muy partidario de hablar de lo que deparará el próximo curso motociclista. "Ahora mismo estoy centrado en conseguir el título mundial", comentó. Por lo que no quiso explicar si el primer año en la segunda de las cilindradas se lo tomará como de aprendizaje o irá a por todas. "El día que pruebe la moto por primera vez lo sabré, y ya tengo ganas. Ya he probado una 600 y espero que salga bien", dijo Mir, consciente de que está a un paso de hacer historia en la más pequeña de las cilindradas pero que solo es un paso para lo que le espera en los próximos años, con el objetivo final del salto a MotoGP.

Por último, y como ya ha dicho en repetidas ocasiones, le gustaría conquistar el título en España, ante su afición, "pero ahora ya no, porque la última carrera es en Valencia y espero conseguir antes el campeonato", concluyó.