La rentabilidad goleadora del Real Mallorca estaba siendo, hasta ahora, su principal virtud haciendo realidad el eslogan que afirma que en esto del fútbol se trata de ´marcar y que no te marquen´. Pero tanta victoria por la mínima (0-1, 1-0, 3-2, 0-1) empezaba a preocupar en el entorno rojillo y era necesario lograr un resultado más convincente para seguir creyendo en un proyecto que parece crecer progresivamente jornada tras jornada. La solución llegó ante el conjunto del Llagostera en Son Moix con un 4-0 que quizá no refleje del todo lo que fue el partido sobre el césped. El conjunto catalán mereció más, o por lo menos algo, y se topó con la inesperada, por imprevista, capacidad realizadora de un Real Mallorca que además recordó también que tiene un excelente portero (salvó dos milagrosas con 1-0 y 2-0) aunque al mismo tiempo una carencia creativa en el centro del campo bastante importante a estas alturas. No obstante a los de Vicente Moreno no les bastaba con ganar y golear si querían ser líderes pues necesitaban, a su vez, que el vecino les hiciera un favor, y a fe que se lo hizo. El Atlético Baleares empató a tres en el Martínez Valero de Elche, le levantó a los ilicitanos el primer puesto de la tabla y se lo entregó, ¡qué cosas!, a los mallorquinistas. Los blanquiazules demostraron que con un terreno de juego de verdad y en condiciones están capacitados para jugar un fútbol mejor que el que practican en Son Malferit, aunque lo que no sé es si celebran su empate y su demostración de que valen o lo lamentan por aquello de entregar el liderazgo al conjunto bermellón. Habrá de todo, como en botica. Cosas del fútbol. El titular sería: "El Atlético Baleares hace líder al Mallorca", aunque la verdad es que el liderazgo es una suma de resultados y los favores a veces se pagan. ¡Quién sabe! ¿Qué es mejor hacerse favores o hacerse la puñeta?, creo que les sale más a cuenta lo primero, visto lo visto.
