Último ganador del Mundial de triatlón, llega a la localidad holandesa de Rotterdam como líder de un Campeonato cuyo título revalidará sólo con acabar hoy entre los primeros cinco puestos en la Gran Final del mismo, en el exigente circuito del puerto más grande de Europa.

Mola, nacido hace 27 años en Palma, explica cómo afronta esta última prueba, en la que, sobre el papel, se jugará el título con el gallego Javier Gómez Noya, de 34, único quíntuple campeón mundial de la historia y que es segundo en la general.

Está muy cerca de revalidar el título, pero aún le queda un paso importante, el último, en esta Gran Final. Javier Gómez Noya también llega muy fuerte a Rotterdam. ¿Qué opina?

Será difícil, sin duda, pero uno no esperaba que lo fuera menos. Creo que, al final, se decide un Mundial. Y firmaría llegar siempre con una situación idéntica a ésta: dependiendo de mí mismo y pudiendo ganar el título incluso sin hacer podio. Soy consciente de que no será nada fácil, y que tendré que trabajarlo mucho, pero creo que he hecho los deberes antes de venir aquí. Y ahora, a hacerlo lo mejor posible en carrera.

Pero parecía que tenía asegurada la matrícula de honor, o el sobresaliente al menos, con cuatro victorias. Y luego se complicó algo la cosa, en Montreal y en Estocolmo. ¿Cómo fueron esas pruebas?

Sí, fueron pruebas que, por circunstancias de carrera, como ha pasado otras veces, hubo cortes; hubo diferencias en el agua. Después me tocó trabajar mucho y lo pagué corriendo. Al final no siempre hay los mismos intereses en una prueba. No puedes esperar que todo el mundo dé el cien por cien en la bici. En las últimas carreras, sobre todo en Montreal, tuve que trabajar más de lo que me hubiera gustado. Pero salí con la intención de luchar por el podio. Y hasta que el cuerpo no me dijo 'basta', no desistí.

¿Cómo llega físicamente? Sus pruebas le exigen un plus de esfuerzo, ya que suele tener que remontar; y a veces, solo.

Al final, bendito el que pueda estar en ese primer grupo en el agua, porque, evidentemente, se ha ganado estar allí. Y si sales detrás te toca trabajar, porque delante es más fácil encontrar aliados que por detrás. Por eso a veces toca apechugar más de lo que parecería normal. Pero soy consciente de que eso no va a cambiar.

Si acaba quinto será de nuevo campeón del mundo. ¿Eso se puede calcular, en carrera?

No. Evidentemente, hay que ver cómo se desarrolla la carrera, cuáles son las diferencias en caso de llegar en grupos separados; y quién hay en cada uno de los grupos. Pero ir con la calculadora en mano es dejar demasiadas cosas al azar. Yo me tengo que centrar en hacer la mejor carrera posible; y, a partir de ahí, que gane el que tenga el mejor día. O el que tenga más suerte.

En cualquier caso, salvo catástrofe es seguro que por quinto año consecutivo acabará en el podio final de un Mundial (en 2013 fue bronce y los dos años siguientes capturó plata). Es para estar muy orgulloso, ¿no?

Pues sí, es para estar muy contento. Y cuando preguntan por la presión de llegar en estas circunstancias insisto en que ya firmaría llegar siempre así, cada año. Es señal de que he hecho una temporada muy regular. Ahora sólo tengo que intentar terminarla de la mejor forma posible. El resultado de aquí en ninguno de los casos tendría que empañar lo pasado. Ni mucho menos. Es una oportunidad de hacer también una buena carrera y, además, de poder ponerle la guinda al campeonato. Es una motivación más.

El inglés Jonathan Brownlee, con remotas posibilidades y sin nada que perder, ¿puede ser aquí un peligro añadido para usted?

Él intentará hacer su carrera. Y, evidentemente, necesita una carambola para poder llegar al podio o, incluso, matemáticamente, asegurarse el campeonato. Y claro que lo va a intentar. Todos los que tengan oportunidades matemáticas de ganar el Mundial o de estar en el podio van a intentar todo lo posible. Y es de esperar que él haga lo mismo.

Aparte de Gómez Noya, aquí competirá el otro campeón mundial español, Iván Raña (2002, en Cancún, México), el que enseñó el camino; centrado ahora en el Ironman. ¿Qué papel puede jugar en esta carrera?

Iván es la sabiduría, la experiencia. Alguien muy acostumbrado a competir, aunque hace tiempo que no hace este tipo de pruebas. Pero, realmente, hará falta experiencia y cabeza para no cometer errores y es bueno estar rodeado de alguien que tiene su bagaje. Yo creo que es un plus.

Comparte entrenador (el canadiense Joel Fillol) con el sudafricano Richard Murray, tercero en el Mundial. ¿Cómo le ve?

No lo sé. Porque, a pesar de compartir entrenador, coincidimos muy poco en los entrenamientos, porque cada uno hace un programa completamente diferente. No sé cómo está, pero es de esperar que compita bien. Cuando está bien, corre bien. Y será un rival difícil de batir.

Otro triatleta de la Armada, el talaverano Fernando Alarza, es cuarto en el Mundial. ¿Es factible aún un podio final completamente español?

Sí. Yo creo que sí. Teniendo los tres una buena carrera creo que es más que probable que se consiga ese propósito. Ya sólo pensar en que es posible es una muy buena señal. Pero bueno, hay que pensar que, aparte de ser posible, va a suceder. Como mínimo, está claro que haremos todo lo que podamos para que así sea.

Fuera del 'territorio hispano', ¿a quiénes ve con posibilidades, aparte de Murray o Jonny Brownlee?

A Kristian Blummenfelt (noruego). Es un rival a tener en cuenta. Lleva dos segundos puestos (en las dos últimas carreras, en Montreal y Estocolmo). Y, además, esto es una final; y todo puede pasar. El año pasado pocos hubieran apostado porque fuera el sudafricano (Henri Schoeman) quien se llevara la carrera en Cozumel (México, donde Mola ganó el título). Y viendo la carrera que vamos a tener, no puedes dar a nadie por perdido.

No sé si le gusta el cine de Alfred Hitchcock, pero el suspense sí le va, ¿no?

El suspense sí (ríe). La verdad es que lo que pase no está en nuestras manos. Nosotros venimos aquí, éste es el circuito que hay; y nosotros sólo podemos intentar competir lo mejor posible. Es bueno que haya ese suspense. Y que haya cosas por decidir. Es bueno para el deporte.