Como si de una purga se tratase, la secretaria técnica del Atlético Baleares ha borrado casi de un plumazo el gol que tantos y tantos réditos le dio la pasada campaña. Salvo Xisco Hernández la realidad es que tras anunciar ayer la rescisión de contrato del austriaco Simón Zangerl (todo un fiasco resumido en un gol en 16 partidos) y, sobre todo, la no continuidad de Rubén Jurado (25 tantos en dos campañas, 13 en la última) al técnico Armando de la Morena le surge un gran problema: inventarse una línea de ataque totalmente nueva. No queda nadie de la pasada campaña.

La lista de delantero que han salido del Baleares este año es larga. El primero, Chando, al que su rodilla dijo basta en la segunda jornada y que a sus 36 años medita su adiós. Su ficha libre sirvió para fichar al argentino Luciano Becchio: cinco goles en 18 partidos (4 en liguilla) y que también medita dejar el fútbol. Avilés (sin marcar en ocho partidos), Louis Robles (cero en seis) y Tete Morente -uno en 23- también formaron parte de una línea en la que el rey era Rubén Jurado (13 goles). Pero el club anunció ayer que el sevillano de 31 años ha decidido volver al fútbol polaco, al Arka Gdynia de Primera.