Solo la lluvia ha sido capaz hasta ahora de detener la gran progresión de Rafel Nadal en Roland Garros. El líquido elemento hizo su aparición al filo de las tres de la tarde, solo media hora antes de que el mallorquín saltara a la pista Suzanne Lenglen para disputar su partido de cuartos de final ante Pablo Carreño. Sobre las seis de la tarde dejó de llover, pero ya era demasiado tarde. La organización del torneo, que informaba del estado de la situación cada media hora por los altavoces, decidió que la jornada se dispute mañana, por lo que la totalidad de los cuartos de final se celebrarán el miércoles, en una jornada de tenis total.

La suspensión de la jornada por la lluvia ha vuelto a poner en el primer plano de la actualidad que Roland Garros sea el único grande que no dispone de pista cubierta -Australia cuenta con tres y Wimbledon y US Open con una desde 2009 y 2016, respectivamente-, que suavizaría los efectos de una jornada pasada por agua como la de hoy. Hasta 2020 no está prevista la construcción de un techo retráctil en la pista central, la Phillip Chatrier, que ya cuenta con un presupuesto de 340 millones de euros. Para que la obra sea una realidad faltan todavía tres años, por lo que habrá que seguir mirando al cielo para ver si se puede jugar.

Por lo que respecta al partido, Carreño dispondrá de un día más de descanso después de la paliza que se pegó ante el canadiense Milos Raonic, al que superó tras más de cuatro horas de partido. Pero esto no parece preocupar mucho a Nadal, que llega pletórico a los cuartos de final (11 horas, Eurosport, dial 60) tras superar en solo dos minutos las seis horas en la pista. Llega el de Manacor a sus undécimos cuartos con el segundo mejor balance de su carrera, con solo veinte juegos cedidos, uno más que en 2012.

Nadal disputará ante Carreño su decimocuarto partido ante un español en Roland Garros, con pleno de victorias. Aunque el asturiano está realizando un gran torneo y su progresión es más que evidente, parece difícil que haya llegado el día en que pueda superar a su rival, con aura de invencible. Nadal ha ganado a Carreño en las tres veces que se han enfrentado, dos en tierra, ambas en Río de Janeiro sin ceder un set, y la tercera en Doha, en pista dura, donde perdió una manga.

Nadal persigue mañana su victoria número cien en tierra batida en partidos a cinco sets. Ahora solo se disputan a cinco mangas en Roland Garros, pero hasta hace pocos años, las finales de los Masters 1.000 también eran al mejor de cinco. También va en busca de su triunfo número 22 sobre arcilla esta temporada, por una sola derrota, ante el austriaco Dominic Thiem en los cuartos de final de Roma. Precisamente, Thiem disputa el duelo más atractivo de cuartos ante el serbio Novak Djokovic, en un partido con resultado incierto por el gran potencial del joven tenista de 23 años, el único capaz de ganar a Nadal en tierra esta temporada. Los otros dos partidos de cuartos, a partir de las 14 horas, son Murray-Nishikori y Wawrinka-Cilic.