El campeón francés Bold Eagle, de nuevo bajo la dirección de Eric Raffin, convirtió ayer en una demostración de su condición de mejor caballo del mundo su actuación en el 'Grand Prix de Sables-d'Olonne'. Coincidió con una prueba de preparación para las clásicas de verano de París-Vincennes que le esperan en agosto y septiembre, en la que el último vencedor del 'Amérique' se mostró intratable y batió el récord de la pista. Recuperando muy rápido el handicap de 25 metros de salida con el que partía, para terminar más de 25 metros por delante del segundo, Akim du Kap Vert. Para eso rodó a un promedio de 1:11'3 sobre 2.775 metros. "Parecía que corría contra rivales de reclamer", aseguró su entrenador, Sébastien Guarato.
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