Las Palmas alcanzó la orilla de la permanencia con una goleada ante el Espanyol (4-0), en un partido pragmático de los isleños, que abrieron en el tiempo de prolongación de la primera parte y rubricaron en la segunda, ante un rival que vivió una noche accidentada y deberá seguir sufriendo.

El conjunto grancanario mostró un nivel de efectividad muy elevado ante un adversario que se derrumbó en el segundo periodo, después de haber estado muy cerca de marcar cuando el encuentro estaba empatado, pero al que los goles le fueron pesando como piedras en su particular mochila de la intranquilidad por no haber asegurado la categoría a solo tres jornadas del final.

Las adversidades para el Espanyol empezaron antes de que el balón comenzase a rodar. A las ya importantes bajas que tenía se unieron a última hora las de Rubén Duarte y Fuentes, aquejados de una gastroenteritis.